viernes, 29 de octubre de 2010

EL ASESINO DE LAS ROSAS NEGRAS - KELLY RIOS

Aqui otra historia para la semana de Halloween, no me canso de leerla. Es de mi buena amiga Kelly Rios, que por cierto, tiene un talento increible para escribir. No siendo mas, El asesino de las rosas negras:




Era el siglo Xlll en el cuarto mes de año exactamente el 8 de abril de 1921 las 5:24 pm, cuando una mujer dio a luz una horrible creatura.

Stefany.... su madre, una hermosa y caprichosa mujer de ojos claros como la miel y cabello rubio como el sol; Salía a trabajar diariamente dejando a su hijo recién nacido con su odioso marido.

El pequeño niño fue llamado Gabriel y día tras día tenia que soportar el hambre y los maltratos de sus muy estúpidos padres; Así fue como Gabriel se crio en un mundo de soledad e incomprensión, dejando su casa a os 9 años, matando a sus padre en el asesinato perfecto... sin rastro, sin sentimiento alguno.

A sus 15 años Gabriel había matado a mas de 18 personas, pues se había dado cuenta que lo único que lo hacia feliz era el olor de la sangre y el sufrimiento de las demás personas...
El vivía en una cueva en lo mas profundo del bosque, allí tenía un equipamiento de todo tipo de cuchillos: largos, cortos, de doble filo y hasta lanzas de su propia creación, cada uno
de ellos destinado a una victima diferente que y elegida al azar.
Los habitantes del pueblo estaban muy preocupados por los frecuentes asesinato y desapariciones, ellos llamaban al asesino por el nombre de: el descuartizador de rosas; Pues en mas de 10 ocasiones había partido a su victima en pedazos dejando a su lado una rosa negra extremadamente hermosa.

Gabriel estaba obsesionado con la sangre, tanto como para matar a 3 personas por noche, esto despertó la furia del pueblo pues su número de habitantes había disminuido notablemente.... se armo una revuelta, la cual tenía como líder a una hermosa mujer de pelo negro, ojos azules, alta y muy blanca llamada: Adana.

Ya era 3 de octubre de 1748. El pueblo buscaba desesperadamente a Gabriel, quien se encontraba en su cueva durmiendo plácidamente.....
El grupo de búsqueda se dividió dejando sola a Adana, la cual se fue dirigiendo sin saberlo a la cueva de Gabriel; El al escuchar los pasos se levanto rápidamente corrió hacia ella, la atrapo, la llevo a su escondite, ato sus manos y sus pies y comenzó a interrogara con preguntas como:
-Quien eres?
-Porque vienes?
-Quien mas me busca?
Ella no respondió nada, entonces Gabriel se agacho, la desato, la beso, la abrazo y mientras eso apuñalo su espalda dejando la inmóvil y después corto su garganta, tal cual lo habia hecho con sus padres.
Los habitantes del pueblo no tardaron en percatarse de la ausencia de Adana, siguieron su rastro hasta llegar a la entrada de la cueva y allí la encontraron.... desangrada y muerta....
Ingresaron rápidamente con antorchas y todo tipo de armas.... y a lo lejos.... en un rincón divisaron a Gabriel..... Que llevaba en una mano 2 rosas negras, en la otra un afilado cuchillo, y en su pecho...... una herida mortal...........!!!


Kelly Rios

jueves, 28 de octubre de 2010

DELICIOSO YO - ANDRES G,

Bueno aquí les dejo una de las historias de la semana de Halloween.
Me encanta esta historia, bastante grotesco por cierto... XD...

Esta historia se llama "Delicioso yo", fue escrita por Andres G. No dijo mas ni menos, tienes bastante talento.



Y hay me encontraba, tirado en el suelo, esperando a que la muerte se apiadara me mi y me llevara, nunca pensé estar en esa situación, es mas, creo que nadie sea capaz de creer que sea posible algo así.

Estaba con Esteban y Andres cubriéndonos de la tormenta que cubría al pequeño pueblecito en el que vivíamos. Estábamos quietos, esperando a que escampara, ninguno había dicho ninguna palabra, simplemente mirábamos la lluvia caer. Yo miraba al otro lado de la calle, esperando ver a alguien corriendo, tratando de escapar de la tormenta interminable, pero no había nadie, de pronto un hombre, una sombra, aún no lo se describir, paso a toda prisa ante mi vista, intente ver quien había sido, pero no vi a nadie.
Cuando la tormenta se había calmado un poquito decidimos irnos para nuestras casas.
-Estoy seguro que vi algo, ustedes también lo vieron, estoy seguro, me están haciendo pasar un mal rato idiotas- Les decía a Esteban y Andres. Estaba muy asustado, no sabia porque, normalmente no era tan asustadizo, pero desde que había visto eso, sentía que nos seguían, ademas, tenia un mal presentimiento.
-Deja de ser Gallina Daniel, no hemos visto nada.- Me dijo Andres.
-¡Eres una niña de mierda!...- Me gritaba Esteban.
-¡Al carajo con ustedes! Siento que va a suceder algo, y no es bueno.- Dije irritado.
-Acá lo único que va a pasar es que si no movemos el culo rápido nos lo mojaremos.- Dijo Esteban acelerando el paso.
-Ese no es el caso de Daniel, el ya lo tiene bien mojado junto con sus pañales. Gallina. Jajajajajajaja- Dijo Andres.
No aguante mas y me fui disgustado lo mas rápido que pude a mi casa. Malditos engreídos, si que les iba a pesar.

Iba pasando por la casa de los Rodriguez, la mire y no había ninguna luz prendida, por lo general, Marta Rodriguez dejaba la luz de su habitación prendida. Ella nunca salia de su casa, era una señora muy enferma y andaba en silla de ruedas. El día en que las luces estuvieran apagadas significaba algo, a ella no le gustaba eso, me contaba cuando era pequeño y nos invitaba a mi y a mis amigos a leche con galletas.
Toque el timbre, pero no abría nadie, después vi que la puerta estaba abierta y entre sin hacer mucho ruido. La busque por toda la casa, pero no la vi. Cuando entre a la cocina a mirar si estaba, me acorde que en el cuarto que ultilizaba como alacena habia una puerta, vieja y desgastada, que de pequeño no me atrevía a abrir. La abrí, pero no se veía nada, estaba completamente oscuro, cogí mi celular y alumbre la habitación.

Pieles secas por todas partes, ojos saltones en varios frascos, paredes cubiertas de sangre, cabello colgando del techo y el piso cubierto de huesos; esto fue lo que me hizo vomitar, el olor era horrible, y mas atrás la señora Rodriguez tomando fluidos que no quisiera identificar, tal vez mi vomito le hubiera gustado.
-¡Que haces aquí! ¡Ya vaz a ver!- Se lanzo a mi y empezó a morderme una oreja hasta que empezó a sangrar, yo trataba de quitarmela de encima, pero de pronto un hombre le enterró una palanca o algo parecido por la espalda.
-Jajajajajajajaja!!! ¡Sueña con migo Rodriguez!- Dijo el hombre dándole una patada en la cabeza a La señora Rodriguez cuando callo de mi espalda. Me miro a los ojos y rápidamente trato de clavar la palanca en mi cabeza, pero tube tanta suerte que la logre esquivar. Ese hombre estaba loco, quería matar a todo el mundo. Salí corriendo de allí y el detrás de mi. Cogí un cuchillo de la cocina y se lo lanze, le di en un brazo, pero el ni se dio cuenta. Me dio con la palanca en un pie que me hizo caer, después, cojio una sartén y me dio en la cabeza con ella.

Desperté en una habitación oscura y olia horrible, peor que la alacena de Rodriguez, habían muchas personas, y todas me miraban con ¿Hambre? ¡No podía ser! Empecé a gritar desesperadamente, y ellos empezaron a morderme, unos partían mis extremidades como si fuera un pollo relleno y asado en un mesa, otros cortaban rebanadas de mi con cuchillos oxidados. Yo intente liberarme pero parecía estar clavado.

Y aquí estoy, esperando la muerte medio cociente. Apenas con un brazo, que ya es un hueso con poca carne y tendones, el corazón y el cerebro, que al parecer era guardado en recipientes, como había alcanzado a ver.

Andres G.

domingo, 24 de octubre de 2010

IMPORTANTE: Halloween *v-v*

¡Hola!
Vemos que se acerca Halloween, para mí, es una de las mejores festividades del año. Las programaciones los fines de semana de pelis de miedo, los dulces, los disfraces, muchas cosas que hacen Halloween único.
Una de las cosas que más me gusta es escuchar, leer, ver, etc… historias de terror: ovnis, fantasmas, brujas, zombies. Por eso, me gustaría que ustedes, lectores, escriban sus propias historias y me las manden al correo que les daré a continuación, no tienen que ser muy largas. Pongan a volar su imaginación, saquen sus miedos mas terribles a flote y escríbanlos, imagínense que están en la peli de terror que mas les gusta. Ojala les guste mi idea.

El correo al que deben mandar su historia es:
obstaculos-oscuros@hotmail.com
No se olviden de agregarle el nombre del autor y si tienen blog, no duden en poner el URL.
Las historias serán publicadas durante el 24 al 31 de octubre.

Me despido por ahora, les deseo un Feliz Halloween y espero poder publicar sus historias.

jueves, 21 de octubre de 2010

EL DIARIO (CAPITULO XV)

Mientras mi cabeza daba vueltas, recorrí la estacia mirando cada estante y cada libro que me resultaba interesante. Chris tenia un buen gusto literario, en cuanto cojia un libro ya había otro que me llamaba la atención. Me pare junto al telescopio y vi en el estante que quedaba detrás de este, habían unos cuantos libros viejos que a diferencia de la gran mayoría de los libros que habían allí, no estaban marcados con su nombre. Coji uno y lo abrí, sus paginas estaban manchadas y desgastadas, unas cuantas polillas salieron de sus paginas volando asustadas. Estaba escrito a mano, con una letra menuda y sin ningún error, a no ser por unas pequeñas manchas de tinta negra, y al mirar el primer titulo, este llamo mi atención completamente.



CAPITULO I
LA VISITA DE LOS ANGELES:

Acaban de visitarme otra vez, trato de huir de ellos pero simplemente no puedo, es como si me siguieran a todos lados… Si siguen así la Guardia Espectral tarde o temprano se dará cuenta de donde estoy y donde esta mi pequeña hija…
Tras la muerte de Elodie todo se oscureció, siento la necesidad de estar con mi pequeñita, pero se que solo le hare daño a ella y a mis amigos…

Los Ángeles me dijeron que estarían con ella siempre, pero la Guardia Espectral los ha perseguido por siglos y dudo que su ayuda sirva de algo.

Pero igual creo que me iré con ellos, son muy buenos… bueno, algunos, pero me mantendré cubierto un tiempo…

Estoy en la nada, de hecho he perdido la noción del tiempo y ni siquiera estoy seguro de saber donde estoy… Escribo para no volverme completamente loco.




-Es el diario de mi bisabuelo- Dije susurrando para mi misma.
-Si, lo escondíamos de la Guardia Espectral, aunque se que no es el mejor lugar para esconder las respuestas que han buscado por años, pero igual ha dado resultado.- Dijo alguien de repente detrás de mi, hacia unos segundos estaba completamente segura de haber estado sola todo el tiempo. Voltee suavemente sin hacer ningún movimiento brusco, Ephrain me miraba recostado en el marco de la puerta.
-Me has asustado ¿Qué haces aquí?- Dije algo apenada, me había descubierto con las manos en la masa.
-Solo vine para decirte que Miguel se ha ido a alimentarse un poquito, lo has dejado sediento… Aunque ¿Tu ha quien no dejas sediento?- Dijo mirándome el cuello como cuando un tigre mira su presa.
-¡¿Qué estas diciendo?!- Dije a la defensiva.
-Hahaha… tranquila, nunca te haría nada, además ya estas marcada…- Miro nuevamente mi cuello –Solo que tu sangre es… mmm… inexplicable… Nunca había olido sangre como la tuya- Dijo con una sonrisa cálida, y yo, baje la defensiva de inmediato.
Eph se fue acercando hacia mi. La tensión volvió otra vez y quede petrificada.
-¿Me lo prestas?- Dijo extendiendo la mano hacia el diario. Yo salí de mi shock y se lo di silenciosamente. –Dime ¿Qué capitulo leías?-
-El primero- Dije con la voz ronca.
-“La visita de los Ángeles”… Tu bisabuelo fue muy amigo de ellos, de hecho, todos los somos, son tan… no se… Lo mas probable es que vayas a conocer a algunos, cuando estas con ellos se siente… la verdad no se decirte, son como magnéticos, pronto lo sabrás.- Dijo pasando rápidamente las paginas del diario.
-Wow… Ángeles, sinceramente no me asusta nada de esto ya… A sido tanto la ultima semana que creo que podría creer en animales parlanchines, pie grande, etc… ¿Conoceré ángeles, quienes?-
-No dudaría que existiesen, de hecho ayer agregue a Pie Grande a mi Facebook- Dijo serio y después rompió a reír. –Hahahahahaha… No, son solo mitos, aunque dicen que lo que imaginas nace de tus recuerdos. Y claro que conocerás ángeles, como ves, aquí todos somos una familia y bueno hemos convivido con ellos en el anonimato por siglos y siglos.- Dijo sonriéndome.
-Interesante, emmm… ¿Te puedo preguntar algo?- Dije.
-Si, claro, pregunta lo que quieras- Dijo poniendo los ojos como platos.
-Bueno, se que, pues, ustedes solo toman sangre… emm…¿Tienen algo mas humano para comer?- Dije algo apenada.
-Claro, estamos preparados siempre… Stefania aunque no es humana come comida humana, además, no eres la única humana que ha venido, bueno, si es que se te puede considerar humana ahora…- Se quedo pensativo unos segundos – Lo siento si el comentario fue fuera de lugar- Dijo al fin mirando hacia el piso.
-Tranquilo, de hecho lo estoy asimilando mejor de lo que pensaba.- Dije sonriéndole para que se tranquilizara.
-Que bien… Pero… ¿Estas segura que tu hambre es… humana?- Dijo.
-Bueno, eso creo… se me remueve el estomago… si no estoy mal, cuando es sed… me ardería la garganta ¿no? – Dije dubitativa.
-Estas aprendiendo- Dijo, nos dirijimos hacia la cocina.

Cuando baje, solo se encontraban Isabel, Stefania, y Dany, el resto se había ido a cazar. Stefania sabia cocinar muy bien, de hecho, cuando baje tenia la comida lista, una deliciosa Lasagna.

jueves, 5 de agosto de 2010

LA HABITACIÓN DE CHRIS (CAPITULO XIV)

-Bueno, eso explica muchas cosas- Dije asombrada.
-Si, se que es duro de asimilar ¡¿Pero acaso no mola la idea de que tus bisabuelos fueran fugitivos?!- Dijo Sebastian con una alegre sonrisa en su rostro.
-Si que mola, sobre todo si te buscan para matarte por culpa de ellos- Dije enfadada devolviéndole una sarcástica sonrisa.
-Estamos aquí para protegerte pase lo que pase, somos una familia, nunca te dejaremos sola.- Dijo Dany abrazándome.
-Gracias, la verdad es que necesito procesar toda esa información, necesito meditar ¿Podría tener un momento a solas? ¿Un lugar donde pensar?- Dije desesperada. Quería salir corriendo de allí, pero me daba terror en solo pensar en lo que me habían contado.
-¡Tengo el lugar perfecto!- Dijo Chris desde el lugar mas apartado de mi -¡Ven, sígueme!-
Como demore en reaccionar Chris llego al lugar donde yo me encontraba en menos de un segundo y me tomo de la mano.
-Vamos, te va a encantar- Dijo jalándome de la mano, tal y como un niño pequeño llama a alguien mayor que se ocupa de otros asuntos adultos para mostrar algo impresionante a los ojos de un niñito.
Me pare del sillón y cruce el living con Chris de la mano, todos nos seguían con la mirada. Subimos al tercer piso por unas grandes escaleras de roble talladas.
-¿Te gusta leer? ¿Verdad?- Me pregunto Chris que me jalaba de la mano con fuerza, mas de la que debería tener un niño de 10 años hacia una puerta de madera pintada de negra con hermosas imágenes talladas.
-Si, me encanta- Le respondí.
-Que bien. Al menos no eres como tu bisabuela, siempre me criticaba porque le dedicaba mucho tiempo a lo que verdaderamente me gusta, leer; escribir. Todo el tiempo que estuvo con nosotros se preocupó mas por como se sentía ella misma que por las personas que la rodeamos. No era una chica muy intelectual que digamos, digo; sin ofender, se que es familiar tuya.- Dijo Chris. Parecía que no estuviera hablando con un niño de 10 años, pareciera mas bien que estuviera hablando un hombre adulto, un profesor, un doctor, pero mucho menos un niño. Además, el hecho de que hubiera conocido a mi bisabuela lo hacia mas antiguo.
-Esta bien, al fin y al cabo nunca he visto alguna foto de ella, nada, nunca me hablaron de ella.- Dije pensativa.
-Bueno, era muy hermosa, no mas que tu, pero muy parecidas, y bueno, como ya había dicho antes, no muy interesante.- Dijo alzando un ceja.
-Gracias, aunque no creo que sea tan linda como dices.- Cuando dije esto me miro con los ojos como platos, ignoro mi comentario y procedió a abrir la hermosa puerta negra.

La habitación no era muy grande, tenia un sillón de tres puestos color gris; un equipo de sonido; un gran estante donde se encontraban todos los CDs, habían desde Green Day hasta Andrea Bocelli; en el estante también habían unas cuantas antigüedades y baratijas, me acerque para ver mejor y note que había una resortera bastante desgastada, me quede mirándola.
-Era mi juguete favorito cuando era humano, tenia buena puntería. Siempre la llevaba con migo para usarla con cualquier pájaro que se atravesara, se que suena cruel, pero era un buen juego en esa época.- Dijo Chris nostálgico.
-¿Qué edad tienes? Digo, de vampiro.- Le pregunte.
-Ciento treinta años como inmortal y diez como mortal- Dijo mirando la resortera, al parecer le traía muchos recuerdos -Ven es por aquí-
Entramos por otra puerta que estaba junto al armario. Una vez adentro quede atónita. Era una estancia grande, todas las paredes estaban totalmente cubiertas de estantes con libros, miles y miles de libros. Lo que mas me fusto fue el techo, era como la noche, lleno de estrellas, con todas sus constelaciones, era perfecto. Justo a uno de los estantes había un gran telescopio que miraba hacia una ventanilla en el techo. Nunca había visto un lugar tan maravilloso.
-¡Wow!- Exclame poniendo los ojos como platos.
-Lindo ¿no? Ok, te dejo sola.- Dijo saliendo de allí.
-Bastante lindo, gracias Chris.- Dije sonriéndole.
-Lo que sea por la familia- Y cerro la puerta.
Me senté en un bonito sillón junto al telescopio y mire hacia arriba. Pensaba en lo bien que me sentía con esta familia y como habían acogido a mi bisabuela ¿Se estaba repitiendo la historia con migo? ¿Por qué mis padres nunca me hablaron de mis bisabuelos? ¿Sabían algo sobre esto? ¿Cuál fue la razón de que murieran repentinamente?
No sabia nada y cuando las respuestas aparecían miles de nuevas preguntas inundaban mi mente.

viernes, 23 de julio de 2010

ANTEPASADOS (CAPITULO XIII)

Nos quedamos parados en la puerta esperando a que notaran nuestra presencia. Mientras tanto yo contaba las personas en la sala, eran 17 y 10 de ellos ya los conocía; Alejandro, Paula, David, Dany, Stefania, Eph, Chris, Isabel, Sebastian y Laura. Los demás no los conocía, cuatro de los desconocidos estaban uniformados, con una gran capa roja y un broche que pendía de ella, era de una piedra negra q no pude identificar y en la piedra estaban grabadas las letras GE, no sabía que significaba.
De repente Alejandro nos estaba mirando y sonriéndonos.
-Por fin llegan, los estábamos esperando. - Dijo esbozando una sonrisa.
-Hola Alejandro ¿Han llegado tan rápido?- Dijo Miguel tenso.
-Si, querían conocer a Sara y atrasaron sus planes para poder volver antes y conocerla.- Dijo Alejandro muy animado. De pronto, una mujer un poco menor que Alejandro se acerco a el, me miro asombrada y dijo.
-Oh! Debes de ser Sara, es un placer conocerte. No sabes cuánto he esperado este encuentro, te conocí cuando apenas tenias meses de nacida.- Dijo.
-Creo que ha llegado la hora del encuentro, también es un gusto conocerte. ¿Y tu nombre es…?- Dije tratando de parecer educada, para poder bajar la tensión que emanaba Miguel.
-Mallory, me puedes llamar Mary si gustas.- Dijo esbozando una suave y tranquila sonrisa que hacia juego con su cabello rubio y trenzado, sus ojos negros transmitían sinceridad y confianza, era realmente hermosa.
-Esta bien, Mary- Dije devolviéndole la sonrisa.
-Chicos deberían entrar, no veo la razón por la que estén parados hay en la puerta, como si no fuera su casa. Entren.- Dijo Alejandro.
-Tienes razón, vamos Sara- Dijo Miguel que no había dicho palabra hasta el momento y me tomo de la mano tiernamente para dirigirnos al sillón.
Cuando nos sentamos todos nos saludaron y se sentaron. Dany, que hasta el momento no había tenido mucha comunicación con migo se sentó a mi lado y se recostó en mi hombro. De verdad me agradaba ella, era bastante dulce.
Cuando todos no hallábamos ubicados, los cuatro desconocidos de capa se dirigieron a Alejandro y a Mary.
-Ya cumplimos con nuestro deber, llamadnos cuando piensen volver, informaremos a el rey Luther que llegaran.- Dijo uno de los encapuchados.
-Dadle saludos de mi parte al rey Luther y decidle que no tardaremos en volver, que el trabajo todavía no esta listo.- Dijo Mary.

Los encapuchados salieron coordinadamente de la casa, me daban escalofríos. ¿Quién era el rey Luther? ¿Qué significaban las letras en los broches de los encapuchados?
Cuando todos nos percatamos de que iban bastante lejos empezamos a hablar.
-Son bastante chistosos, son como robots con colmillos.- Dijo Sebastian riéndose.
-Bueno, cálmense, hoy estamos aquí para hablar con Sara, no para burlarnos de los Guardias Espectrales- Dijo hombre desconocido que parecía tener unos 35 años o un poco mas. Era alto, musculoso y su rostro tenia rastros árabes, sus ojos eran oscuros y grandes, era muy hermoso; su cabello era castaño oscuro y corto. Se me acerco y me abrazo. –Es un placer conocerte querida, mi nombre es Keled-
-Es un gusto.- Dije. De pronto detrás de el vi una pequeña niñita, debía de tener 10 o 9 años, tenia el cabello de un extraño color rojizo y un rostro perfecto, sus ojos eran color miel.
-¡Hola! Mi nombre es Nixie… Me encanta tu cabello… Eres linda…- Era bastante simpatica, mientras hablaba jugaba con un mechón de mi cabello.
-Bueno, ya que os conocéis, ¿Podríamos empezar?- interrumpió Eph.
-Me imagino que ya te habrán contado sobre tu bisabuela- Dijo Keled.
-Mmm… un poco, solo que era muy parecida a mi, en cuanto a lo físico.- dije poniendo énfasis en la parte física, recordaba que miguel me había dicho que en cuanto a la personalidad era bastante parecida a Isabel.
¬-¡Parecida?! Pero si eres igual- Dijo Stefania.
-Bueno, en fin. Resulta que tu bisabuela se enamoro de nada mas y nada menos que de un vampiro- Dijo Laura, sin rodeos, para llegar al meollo del asunto de una buena vez.
-El era muy amigo nuestro, vivió gran parte de su inmortalidad con nosotros, era como de la familia. Cuando tu bisabuela, Elodie se enamoro de Evan, nuestro gran amigo; las leyes de los vampiros eran regiidas por estrictos reyes, que solo buscaban su propio bien en ellas.
Elodie y Evan tenían una conexión bastante fuerte, eran imposibles de separar, Elodie tu bisabuela, no sabia nada sobre la naturaleza de Evan, pero tarde o temprano se dio cuenta, pero aún asi, no le importo.
Para ese entonces ningún humano sabia nuestro secreto, y si alguno tenia la desgracia de descubrirlo terminaba muerto, porque La Guardia Espectral era bastante exigente y tenia espías en todas partes que informaban al rey si algún humano se daba cuenta de nuestra existencia.
Elodie empezó a enfermarse, ella estaba viviendo con nosotros escondida, ya que Evan se negaba a separarse de ella. Con el tiempo nos dimos cuenta de que no era una simple enfermedad, Elodie estaba embarazada. A pesar de que el feto fuera hibrido (De dos especies diferentes) su embarazo fue bastante normal; pero al momento del parto, tu bisabuela murió. Tu abuela, fue enviada a casa de tu tatarabuela, la madre de tu bisabuela. Al poco tiempo la Guardia Espectral se dio cuenta de lo que había ocurrido y dio caza la bebe de Evan, tu abuela. Después de buscarla mucho tiempo creyeron que tu abuela ya estaba muerta y le dieron caza a Evan, por revelar nuestro secreto. Cuando ya estaba muerto se dieron cuenta de que Evan era una especie diferente de vampiro, uno totalmente puro, ósea que no había sido mordido para convertirse, era hijo de padres vampiros igualmente puros, descendiente de los primeros vampiros en la tierra. Eso significaba que el gen vampiro se iba a extender por la raza humana por medio de tu bisabuela, que cada tres generaciones iba a despertar el gen vampiro, en este caso, te toco a ti.- Yo estaba petrificada oyendo la historia que Alejandro contaba ¿Cómo podría ser eso posible?
-Y como eres descendiente de un puro, una de los pocos que quedan en el mundo, todos desean darte caza, poque los descendientes de vampiros puros son deseados para ganar poder en la realeza, tu cabeza vale mas que millones de vidas para aquellos casafortunas.- Dijo Ephrain.
-Emm… bueno, no se que decir, ¿pero que tienen de especial los vampiros descendientes de puros?- Dije saliendo del trance.
-Tienes mayor fuerza que nadie, nadie te puede ganar en una batalla. Puedes reclamar tu puesto en la Guardia Espectral cuando plazcas. Los de la guardia espectral son los vampiros encapuchados de hace un rato.- Dijo Isabel, la cual me sorprendió, no pensaba que ella estuviera muy interesada en mi.
Ahora si que estaba confundida ¿Desde cuando me había vuelto importante? Que yo supiera, hasta el momento siempre había sido un punto invisible.

martes, 29 de junio de 2010

Hola!!

Hola Lectores, quería decirles que estoy trabajando en un nuevo capitulo en este momento, no se desesperen ni me acosen diciendo “Hace como cincuenta años estoy esperando un nuevo capitulo”. Necesito de inspiración para escribir, no quiero decepcionarlos con cualquier cosa.

Les traigo algunos blogs interesantes:
1. Este blog se llama “El secreto de mi vida” Es uno de mis favoritos.
http://vida-anormal.blogspot.com/
2. “En memoria de los vampiros caídos” Esta historia es bastante buena, apenas va en el capitulo cuatro, pero promete mucho. Bien Hecho Martina.
http://enmemoriadelosvampiroscaidos.blogspot.com
3. Este blog muestra libros increíbles que probablemente apenas escuchen de ellos querrán leérselos.
http://soycazadoradesombrasylibros.blogspot.com/

Por el momento les dejo estos tres, pronto les traeré otros.

jueves, 17 de junio de 2010

ENTERADA (CAPITULO XII)

Ya llevábamos mas de una hora mirándonos fijamente, ninguno había pronunciado palabra alguna después del beso, era como si las palabras sobraran porque nuestras miradas transmitían todo.
-Nunca me cansaría de esto, pero me temo que tengo que interrumpirlo. Tenemos que hablar.- Dijo por fin con una sonrisa dulce y sacándome del trance.
-Tienes razón. He venido para que me expliques muchas cosas.- Dije imitando el tomo dulce con el que había hablado.
-Bueno, deberíamos ir a un lugar mas seco y cómodo porque lo que te voy a contar no creo que sea muy agradable y este lugar lo empeora.- Dijo mirando la húmeda tierra y cogiendo una pesada piedra con sus fuertes y perfectas manos.
-Esta bien, pero primero tengo que llamar a mi hermana y decirle que llego un poco tarde hoy.- Dije cogiendo mi celular de mi bolso. La busque en los contactos y hundí el botón llamar.
-¿Sara?- Contesto Sam.
-Hola Sam. ¿Cómo te ha ido con tu nuevo horario?-
-Me va de maravilla, de hecho voy de salida para la casa. ¿Necesitas algo?-
-No, solo te quería avisar que llegare un poco tarde hoy, voy a ir con unos nuevos amigos del instituto a dar un paseo- Dije de manera rápida para que no me interrogara mucho.
-Ok, ¿Puedo confiar en que estarás bien con ellos? Me parece algo raro que salgas.- Dijo con un tono de sospecha.
-Si, son buenas personas, también son amigos de Paula. Y si, a mi también me pareció algo raro cuando dije que si quería salir, pero me di cuenta que necesito cambiar de ambiente un poco. Sam te tengo que colgar. Adiós, te quiero.- Yo hablaba bastante rápido, porque no se me daba muy bien mentir.
-Ok… mmm... Esta bien, te veo luego. Adiós, también te quiero.- Dijo con tono de que no se había tragado nada.
Miguel me miraba con cara de burla.
-Y… Se supone que estabas mintiendo.- Dijo dejando escapar una risita.
-Bueno, no mentí del todo. A mi parecer no me salió tan mal.- Miguel, dejo escapar esta vez una risotada.
-Wow!... nunca había visto a alguien mentir tan mal.- Seguía carcajeándose.
-Han habido peores, no te burles.- Dije inflando mis cachetes con aire y frunciendo el ceño como una niña pequeña.
-Esta bien, lo siento mi niña pequeña. Y… ¿Porqué “mentías”?- Dijo esta vez mas serio pero dejando escapar una risita en la palabra “mentías”.
-No sabes como es mi hermana, si le digo que voy a salir con un chico empieza a preguntar de todo.- Dije poniendo los ojos en blanco.
-Te entiendo, Eph y Sebastian también son así- Dijo poniendo los ojos en blanco también.-Umm… Vámonos, aquí te vas a ensuciar, iremos a casa de Alejandro.- Dijo mirando el vestido y la tierra.
-Esta bien te sigo- Me incorpore y empecé a seguir a Miguel.
No fue mucho lo que caminamos, llegamos a una calle donde estaba parqueado un automóvil negro que seguro no pasaría inadvertido por ninguna parte. Miguel saco las llaves del auto y abrió la puerta del copiloto. Yo me quede parada mirándolo a el y al auto.
-Es lindo ¿verdad?- Dijo Miguel mirando el auto -es un BMW Z4, pero no es de mi gusto. Ven entra, que se esta haciendo tarde.- Asentí y entre al auto, el cual era tan hermoso por dentro como por fuera.
Ya habían pasado unos 5 minutos después de que Miguel había arrancado, ninguno había dicho una palabra y yo me encontraba mirando los árboles que se desdibujaban a los lados del auto.
-¿En que piensas?- Pregunto Miguel acariciándome la mejilla.
-En que va a ser lo primero que te voy a preguntar, son demasiadas preguntas sin respuestas.- Dije sonriendo.
-Ojala pueda encontrarle respuestas a todas, Alejandro me puede ayudar con tigo el sabe mucho.- Dijo Miguel.
-¿Alejandro también es como un padre para ti?- Pregunte.
-Si, el es el que me convirtió en lo que soy ahora. El a cuidado de todos nosotros para que no vallamos por mal camino. Aunque el dice que soy el mas rebelde de todos, el que siempre resulta en líos.-
-Eso veo, y los demás ¿son como tus hermanos? Supongo.- Dije pensando es sus perfectos rostros y comparándolos con el de Miguel que era igual o mas perfecto. Definitivamente tenían algo que ver.
-Si, aunque nos mantengamos en riñas, igual los quiero. Mira, por ejemplo, Eph con su modo de ser tan raro nadie lo soporta pero es el perfecto compañero de caza; Isabel con el orgullo que lo mantiene en las nubes a veces puede ser muy buena consejera; Sebastian, se las da de muy chistoso, bueno aunque a veces si lo es, pero puede llegar a irritarte demasiado pero es mi mejor amigo; David, bueno, el es el mejor, puedes confiar en el para lo que quieras al igual que Dany y Chris, son geniales. Laura la mal humorada, es perfecta en hacer planes, me encanta y Stefania, es el alma de la familia, literalmente, porque es la única en la fraternidad que no le ha hecho daño a nada ni a nadie, es un alma pura.- Decía mirando a través del parabrisas. -Pero ellos no son todos los que hay, hay mas que han tenido que viajar últimamente, ya los conocerás-
-¿Mas?... Wow!... Definitivamente si que desentono allá.- Dije pensando en lo hermosos que podrían ser y en lo extraña que me vería con ellos.
-No digas tonterías. Eres la mas hermosa ¿Nunca te has visto ha un espejo?- Esta vez su vos no sonaba tan dulce como antes.
-Si, la ultima ves que lo hice salí corriendo.- Dije tratando de animar la cosa.
-¿Por qué dices eso? Eres la chica mas hermosa que he visto- Dijo con tono de sinceridad.
-Es que mi madre era tan hermosa, pero yo, no me parezco, eso me decepciona. Y cada ves que me miro a mi espejo no veo a la persona que quiero ver, que es a mi madre.- Dije, a punto de que se me salieran las lagrimas, todo el asunto de mis padres me ponía mal.
-Pero eres igual a tu bisabuela, hermosas, incluso tu eres mas hermosa- Dijo sonriendo, pero aquello me sorprendió.
-¿Como sabes lo de mi bisabuela?- Dije mirándolo con los ojos como platos.
-Oh!... Lo siento, no recordaba que no lo sabias. Tengo 345 años de vampiro y 17 años humanos. Conocí a tu bisabuela, era una chica bastante… mmm… Bueno era muy parecida a Isabel, elegante y sofisticada.- Dijo riéndose.
-Parece que en lo único que nos parecíamos era en apariencia.- Dije riéndome también.
-Afortunadamente. ¿Qué te parece si seguimos charlando en la casa?- Dijo saliendo con destreza del auto y en menos de un segundo abriendo la puerta del copiloto. Hasta ese momento no me había dado cuenta que ya habíamos llegado.
-Seguro.- Salí del auto y nos dirigimos a la casa. Cuando entramos nos encontramos con una gran sorpresa, habían mas de 20 personas en el living de la casa.

viernes, 7 de mayo de 2010

COMPROBANDO (CAPITULO XI)

Los rayos del sol iluminaron mi rostro, me sentí realmente aturdida cuando esto ocurrió. No podía abrir los ojos, porque temía que el sol me los quemara. Me corrí lentamente hacia un lugar con sombra y cuando sentí que estaba completamente resguardada en ella, finalmente pude abrir los ojos.
Cuando pude tomar conciencia de lo que había pasado el día anterior, me levante de un salto de la cama, mi mente divagaba por incontables dilemas, incluso, creía que había posibilidades de que esto fuera una simple pesadilla de esas que frecuentemente tenia. Era bastante confuso, tenia que averiguar si todo había sido real, necesitaba tener pruebas o hablar con alguien que me dijera que todo había sido real, o a mi beneficio y el de muchos, que me estoy volviendo loca y que necesito ayuda.
Me dirigí al cuarto de mi hermana, recordaba que el día anterior ella, estaba algo animada y me contó que iba a pedir un ascenso o algo parecido. Abrí un poco la puerta de su cuarto, para mirar si todavía estaba dormida. Me encontré con la sorpresa de que no estaba en su cama, ni en ninguna parte de su habitación. De pronto, un estruendoso sonido que venia desde el primer piso llamo mi atención, al parecer mi hermana estaba abajo. Baje, lentamente sin hacer mucho ruido, últimamente andaba un poco aterrorizada con tan extraños acontecimientos, cuando llegue a la ultima escala, pude ver a mi hermana arrodillada en el piso recogiendo los restos de un jarrón, que al parecer se había roto y había sido el responsable de tal ruido.
-Buenos días, Sam- La salude con un hilo de voz, para no asustarla.
-Buenos días Sara ¿Te he despertado con mi torpeza? Estaba cambiando el agua de las flores y me tropecé en el mueble, te ruego mil disculpas.- Respondió Sam.
-Tranquila, ya estaba despierta, estaba bajando las escaleras cuando oí el jarrón caer. Y dime ¿Cómo te fue ayer?- Le pregunte para cambiar de tema.
-De eso te quería hablar, me ha ido muy bien, de hoy en adelante, empiezo a trabajar de día.- Dijo esbozando una sonrisa.
-No sabes cuanto me alegra oír eso Sam ¿A que hora empieza tu turno?- Dije.
-A las ocho de la mañana, por cierto, son las seis, deberías apurarte, tienes que ir a estudiar- Dijo mirando el reloj.
-Si, tienes razón.- le dije, mientras subía las escalas para llegar al baño.
Me lave el cabello y me dí una ducha con agua fría; después fui a mi habitación y me vestí, este día me puse un vestido blanco que me llegaba arriba de las rodillas y con las mangas cortas. Me recogí el cabello a un lado con una pinza, cogí mi morral y salí de la habitación, ya faltaban 20 minutos para las 7:30 y a esta hora tenia que estar en el instituto. Fui a donde se encontraba mi hermana.
-Sam, me preguntaba… ¿Me podrías llevar al instituto en el auto? Voy con muy poco tiempo, llegare tarde- Le dije con cara de suplica.
-Me va a ser imposible cariño, ayer tuve que dejar el auto en el mecánico, mas tarde iré por el.- Dijo con cara de disculpa.
-Gracias de todas maneras.- Y salí de la casa.
Volví a sentir la sensación que había tenido unos días atrás cuando casi mato a mi hermana, ¡Ops! No quería recordar aquello, seguí corriendo a toda velocidad y reprimiendo tan horribles recuerdos. Sentía que todo alrededor mío desaparecía y que se volvía una pintura abstracta con muchos colores que se difuminaban con mi paso; también sentía que el viento golpeaba mi rostro.
En menos de un minuto ya estaba en la entrada del instituto ¿Pero que había pasado? En ese momento recordé lo que había dicho Alejandro y los demás el día anterior, que yo era una Vampiresa, o algo cercano a eso; desee que esto solo fuera una pesadilla y lo reprimí como el recuerdo de mi hermana. De pronto, vi a Laura sentada en una banca del jardín leyendo un libro tranquilamente, camine lentamente hacia ella, mientras lo hacia, vi que Stefania y David se sentaron junto a ella. Pare de caminar y maldije mi existencia ¿Acaso ellos no deberían ser solo una ilusión? Me quede mirándolos, luego, David me encontró con su mirada y esbozo una sonrisa majestuosa e hizo un gesto de saludo con la mano, Stefania y Laura hicieron lo mismo. Me fui acercando con cuidado.
-Hola Sara ¿Porque llevas esa cara de muerta?- Dijo Laura poniendo tono de ironía en la pregunta.
-Solo que… emm… estoy algo distraída.- Dije tratando de sonar sincera.
-Muy gracioso Laura- Dijo entre risas Stefania- Y a ti, Sara, no te creo nada. Se que andas confundida y puedo apostar a que esta mañana te levantaste deseando que lo de ayer solo fuera una pesadilla, pero temo decepcionarte, todos lo heos estado en algún momento de nuestras cortas vidas humanas, incluso vampiricas, al igual que tu.- Dijo sonriéndome ¿Acaso nunca dejaba de sonreír?
Sentí que todo se derrumbaba a mi alrededor, todavía no comprendía como esto podía ser real.
-Stefania, eres bastante pesimista, mira la cara con que la has dejado.- Dijo David, lanzándole una mirada de pocos amigos –Sara, estarás bien, te lo aseguro, estaremos cuidando de ti. A propósito, Miguel te a dejado algo,- David, metió la mano al bolsillo de su pantalón, saco un sobre y me lo entregó. –Me dijo que te dijera, que lo leyeras después de que finalizaran las clases de hoy, antes de salir del instituto- Dijo finalmente.
-Ok, gracias. Chao chicos, tengo que entrar a clases, por cierto ¿han visto a Paula?- Dije mirando hacia todas las direcciones, tratando de encontrarla.
-Si, se quedo ayer con nosotros, hoy se fue con Alejandro a pasear, tienen mucho de que hablar- Dijo Laura.
-Puedo apostar a que si.- Respondí y me fui rápidamente a la clase de matemática.
El día transcurrió lento y tedioso y yo solo pensaba en el día anterior.
Cuando se acabaron las clases corrí hacia el baño de chicas para leer la nota que me había dejado Miguel en privado. Me encerré en uno de los baños y abrí el sobre, la nota decía:
“Sara, como ya veraz, tengo muchas cosas que responderte, estoy buscando la manera mas acertada de decírtelas. Te las iba a contar por medio de la presente carta, pero es bastante complicado.
Estaré después de que salgas de instituto en el bosque que queda a unas cuadras de tu casa, quiero responder tus preguntas, ese será el mejor lugar. No te estoy obligando a que vallas, y dudo que lo hagas, se que todo este asunto te espanta pero después de reflexionar me di cuenta que es mejor que lo sepas.
Te espera y te ama, Miguel.”

La ultima frase me sorprendió y me puse algo roja cuando la leí, pero el resto de la carta era bastante complicado. Estaba decidida a ir, necesitaba saber porque esto me ocurría a mí.
Salí del instituto corriendo y llegue bastante rápido al bosque, ya me estaba acostumbrando a esto.
M e adentre al bosque con la finalidad de poder encontrar a Miguel, cuando lo hice, recordé en incidente en el bosque días atrás. Incluso sentí la misma sensación de huir, pero al mismo tiempo de quedarme. Me resigne y me relaje, después me senté en un tronco que había junto a mis pies a esperar a Miguel.
-Hola- sentí un susurro en mi nuca y los pelos se me pusieron de punta, voltee lentamente mi cabeza y me encontré con el rostro de Miguel, mirándome fijamente, con dulzura. Le sonreí, reflejando la misma dulzura que había en sus ojos.
-Hola, me has asustado.- Dije.
-Lo siento, es que me divierte tu reacción cuando te asustas.- Dijo entre risitas.
-No sabes con quien te estas metiendo Miguel Angel- Dije en tono bromista. El me todo de la mano y me hizo levantar del tronco; luego me examino de arriba abajo y dijo.
-Se con quien me estoy metiendo y te aseguro que estoy arriesgándolo todo Sara Elizabeth. A propósito, estas hermosa hoy.- Su voz sonaba tan aterciopelada y dulce que caí en trance; después el me llevo apretó contra el y acerco su rostro al mío; luego, junto sus labios con los míos y me beso como nunca habían besado a una mujer.

martes, 13 de abril de 2010

VERDADES (CAPITULO X)

-Sara eres...- Alejandro se vio interrumpido por un fuerte golpe en la puerta, cuando, voltee a mirar que había pasado, vi que la puerta estaba en el suelo y al lado de ella había un chico hermosos, me dio la sensacion de haberlo visto antes, pero no recordaba, pero ¿como era posible no acordarse de el? ¡huy! era bastante estresante esto.
Mis ojos se encontraron con sus ojos azules, vislumbré en su mirada lágrimas que por una u otra razón, no podían salir. Corrió hacia mía una velocidad increíble, le levanto y me abrazo, después, me llevo hacia el otro lado de la habitación y me ubico detrás de el con fin de defenderme.
-¡¿Que rayos pasa aquí?!- pregunte temblando del miedo ¿quien era el?.
-Tranquila Sara, te protegeré pase lo que pase.- me dijo el, mirándome a los ojos.
-Pero ¿Quien eres? Aquí parece que todo el mundo me conoce mas que yo.- Dije con rabia, pues era la vedad y no aguantaba un segundo mas en esas. El chico, me miro con sobresalto, como si no entendiera, luego miro a Alejandro confuso.
-Tranquilo, no le hemos dicho, estábamos apunto, pero nos fue imposible con tu interrupción.- Dijo Alejandro mostrando una amable sonrisa. Mire al rededor y note que todos estaban en posición defensiva y repartidos por toda la habitación, a modo de que nadie lograra escapar.
-Al menos llegue a tiempo antes de que las cosas empeoraran.- dijo el chico misterioso que después volteo a mirarme.-Lo siento, mi nombre es Miguel Angel, es un gusto conocerte... nuevamente- Dijo tornándose educado y mas tranquilo.
-Te seré sincera, en esta situación, no ha sido mayor gusto conocerte a ti ¿Nuevamente? ¿ya nos conocíamos?- Dije tratando de recuperar la postura.
-Mmm... si, algo así... es un poco complicado, mejor lo hablamos después.- Me dijo Miguel Angel Mostrándome una suave y hermosa sonrisa.
-Miguel Angel... ¿M.A? ¿Eres M.A?- Dije asombrada. Era el, el que había dejado las notas y la bolsa, el cual el contenido no quería recordar, el sabia y tenia que ver con todo lo que me estaba pasando.
-Si soy yo, en carne y hueso, disculpa las notas y lo demás, creo que te asuste demaciado. Emmm... me puedes decir Miguel, lo de Angel no me lo creo mucho.- Dijo la ultima frase esbozando una sonrisa.
-Ok Miguel.- Dije, tambien dejando salir una sonrisa.
Note que Alejandro se estaba aclarando la garganta, para llamar nuestra atención, los dos miramos un poco sobresaltados.
-Chicos, siento interrumpirlos, pero tenemos que hablar.- Dijo Alejandro.
-No, yo me voy ya, y me llevo a Sara con migo, es peligroso que lo sepa y que este con nosotros.- Dijo Miguel frunciendo el seño y escondiendo su hermosa sonrisa.
-Miguel, sabes que es mas peligroso que viva sin saber que hacer ni que es, con nosotros estará mejor y mas protegida, también sabes que esta es tu casa, solo que eres bastante rebelde, todos la podemos proteger.- Dijo Alejandro.
Miguel me miro y tomo mis manos, después me miro fijamente a los ojos.
-Esta bien Alejandro, empecemos con esto, entre mas rapido mejor.- Dijo depronto Miguel, dirigiéndose a Alejandro y sentándome en el sillón, el se sentó junto a mi. Todos, relajaron sus posturas y se sentaron.
-Sara, como te iba diciendo, como ya veras, nadie aquí es normal, todos somos totalmente diferentes a las demás personas, hasta tu señorita.- Dijo Alejandro, como si le estuviera contando una historia a un bebe que no quiere tomar la sopa.-Nosotros, tenemos una dieta bastante estricta, por decirlo así, me imagino que ultimamente has probado algo diferente, no son rosquillas ni huevos, algo normalmente la gente no bebe. ¿Has leído algo sobre Vampiros? es mas fácil así.- Mi cuerpo, de un momento a otro se enfrió y se me pusieron los pelos de gallina, empecé a temblar.
-Emm... Si, algo.- Dije.
-Bueno, hay tienes la respuesta. Se que es algo increíble y poco probable pero es así.- Dijo Alejandro mostrando una sonrisa torcida. ¡¿Que diablos?! nunca hubiera pensado algo así, a no se por los eventos que habían ocurrido los últimos días.
-La verdad, es que los únicos Vampiros que hay aquí son Alejandro, Miguel, Isabel, Danny, David, Ephrain, Chris y Sebastian- Dijo Laura. - Tu, Paula, Stefania y yo somos especies diferentes.-
-Tu, Paula y Laura son semi-vampiresas, solo que tu estas iniciada y falta cerrar la conversión con matar a alguien, aunque suene algo perturbante y Paula no esta iniciada, pero tiene el gen de Vampiros en su sangre, ella nunca a tomado sangre; Laura tiene el gen Vampiro en su sangre, pero el gen proviene desde hace millones de años, así que no viene ten fuerte, a ella la iniciaron y alcanzo matar a alguien, pero nunca paso de parecerse a una iniciada.- Dijo Ephrain.- Stefania... ella es una licantropa- dijo con desprecio Ephrain y miro a Stefania con odio, ella lo fulmino con la mirada.
-Aunque halla sonado feo en boca de el, es algo realmente hermosos, al menos no tenemos que matar a nadie para alimentarnos, Licántropo significa hombre lobo, aunque en mi caso, seria mujer loba- dijo Stefania sonriendome.
Estaba aturdida, atonita, sorprendida y queria salir de allí y echar a correr y alejarme de todo el mundo, no queria hacerle daño a nadie.
-¿Que piensas sobre esto Sara? te veo algo, atónita.- Dijo Miguel.
-Es que tengo miedo.- Dije mirando a la nada. Todo se volvió silencio.
-Sara, no te haremos daño, ni a ti, ni a los tuyos, nuestras comidas son animales y sangre que donan a los hospitales.- Dijo Alejandro.
-No tengo miedo de ustedes, tengo miedo de mi, de poder hacerle daño a la gente.- En ese momento rompí a llorar.
-Ya calmate, vas a estar bien encontraremos una solución.- Dijo Miguel.


Miguel me llevo a casa, y me subió por la ventana cargada, yo estaba en otro mundo y no era precisamente un mundo lindo. Me deposito en la cama y me acarisio una mejilla.
-Ya veraz todo estará bien, duerme bien.-Me dijo Miguel, lo tome de la mano antes de que se fuera.
-Tienes que responder muchas preguntas, no te vayas.- Le dije en medio de mi trance.
-Ya habrá tiempo para eso, mas del que te imaginas.- Dijo Miguel y se marcho por la ventana, inmediatamente cerré los ojos me dormí.

lunes, 12 de abril de 2010

ALGUNOS AGRADECIMIENTOS Y DATOS CURIOSOS.

Primero que todo, quiero pedir disculpas a mis lectores, por no publicar el capitulo siguiente antes, lamento decepcionarlos, pero este capitulo se publicara a mas tardar mañana, porque he estado creando varias ideas para que este capitulo sea impactante.



Doy gracias a todas esas personas, que han leído esta historia, que ha salido de mi sin mas ni menos, las palabras sale y se transmiten a traves del teclado. Aveces, me es difícil escribir, porque no encuentro inspiración y muchos de mis capítulos son escritos con emociones reales.
En su gran mayoría, los personajes han sido inspirados en personas reales, incluso hay nombres reales. Estos personajes reflejan mucho de lo que son las personas reales, mis amigos.
Muchas de las situaciones de Obstáculos Oscuros han sido reales, o bueno, casi, solo que la he transformado a fin de que quede bien con la historia.
Se que aveces son desesperantes algunos capítulos, mas específicamente su final, me gusta guardar el suspenso y sorprenderlos.

Gracias a todas esas personas que me han inspirado y gracias por prestarme sus nombres (aunque no los halla pedido prestado). Les deseo una bonita vida humana y que los vampiros los acompañen.

domingo, 4 de abril de 2010

SORPRESA (CAPITULO IX)

El hombre de las escaleras, se me acerco y puso su pesada, fría y perfecta mano izquierda en mi hombro derecho, luego, miro mi rostro con una amable sonrisa, después ocurrió algo que no esperaba, puso cara de terror.
-¡Hay lo siento querida! veo tu cara de terror, debes estar confundida, no sabes ni siquiera como me llamo y además tampoco sabes porque estas aquí, soy un mal educado, deberían castigarme por ello.- Me dijo, con exagerado asentó de disculpa.
-¡Vaya! por fin alguien que cae en cuenta de ello, llevo mas de dos horas preguntando lo mismo pero nadie responde, además, si empiezo a preguntar, alguien se tiene que poner de mal humor.- Dije con tono sarcástico mirando a Laura que se rió maliciosamente, aunque aún andaba algo mal humorada.
-Laura, ¿cuantas veces te he dicho que debes ser amable con las demás personas? ser diferente a todos los que te rodean no te da el derecho a hacerlo, acuerdate, no te puedes resentir con nadie por lo que eres, te conozco muy bien.- Dijo el hombre extraño, que hasta el momento no había dicho su nombre.
-Lo siento, anoche no dormí, además estaba totalmente desidida a no venir, tenia que traerla de una forma u otra... y si, lo se, tenia que traerla, todavía tiene oportunidad, no como yo, que me quede así, a medias- Dijo Laura defendiéndose, pero no entendía el termino a medias y ¿como que salvarme?.
-Emmm... Sara, por sierto, mi nombre es Alejandro y esta es nuestra casa, que desde desde ahora también va a ser como tu casa, siempre estarán las puertas abiertas para ti. Y Hola Paula, que mal educado soy, no te había saludado, hace mucho que no hablamos.- Me quede boquiabierta, frente a la ultima expresión de Alejandro, ¿Acaso Paula ya lo conocía? ¿Pero cuando?.
-Hola Alejandro- Dijo Paula con la voz ronca y sombría.
-Paula, se que es el momento menos indicado pero, ¿cuando diablos lo consiste?- dije enfadada.
-Hace mucho tiempo, apenas tenia 5 años, era como mi protector o algo así, pero después me abandono de un momento a otro, no lo volví a ver. ¿Sabes que soy adoptada, no? pues mira aquí a mi "padre"- Me dijo Paula, tenia los ojos cerrados y las lágrimas no tardarian en salir. Sabia que sus padres la habían abandonado, y que a los 5 años, una familia la había adoptado, pronto, mis ojos también se llenaron de lágrimas.
-¡¿Como te atreves?!- Le dije a Alejandro llena de ira, y le mande mi puño a su nariz, para mi sorpresa, la mano me quedo doliendo horriblemente y su nariz quedo tan intacta y perfecta como desde el primer momento que lo vi.
-Lo hice por el bien de ella, me iban a matar y no iba a dejar que lo hicieran también con ella. La ame demaciado, tal y como lo hago ahora. Y tu lo sabes mi niña ¿verdad que si?- Dijo con su voz totalmente calma, como si no hubiera ocurrido nada, al final de la frase, note que sus ojos estaban cristalinos, pero en ellos no habían ninguna lágrima.
-Si papá, lo se...- Paula corrió hacia el y lo abrazo, duraron así, cerca de dos minutos.
-Emmm... bueno, lamento arruinar este bonito reencuentro, pero tenemos asuntos bastante delicados, como, por ejemplo Sara, sentemonos y areglemos este asunto de una vez, porque tengo partido a las once.- Dijo David, un poco incomodo, pero tratando de animar la cosa.
-Si, tienes razón, iré por las demás personas, sera mas fácil tratar este tema con todos reunidos.- Dijo Stefania, apoyando la noción de David.
Estaba distraida mirando la bonita imagen de Paula y Alejandro, que cosa tan rara la que había pasado. Gire mi cabeza hacia el lado derecho, para observar mas detenidamente la estancia, tan pronto lo hice, vi el rostro de Laura, mirándome, a pocos centímetros del mio.
-¡Buh!- Dijo entono de broma. -- Bueno... Emmm... solo quería disculparme por mi mal comportamiento, estaba un poco brabucona ahora, pero ya paso. Mira, esto, lo que vamos a hablar con tigo es algo sorprendente, increíble, imposible y un poco, pero poco raro, bueno, la verdad es que es muy raro, en fin solo quiero que escuches atentamente, no nos interrumpas, dejanos contarte todo y ya tu veras si crees, no crees o si quieres salir por la puerta gritando, quieres insultarnos, quieres hacer preguntas, bueno la verdad es que frente a esto puedes reaccionar de mil formas, tu escojes... hahaha.... uiisshh... que mal me siento por ti.- Me quede mirándola con la boca abierta, la verdad,, es que solo había entendido una tercera parte de lo que había oído, porque andaba algo nerviosa y cuando lo estaba, hablaba horriblemente rápido.
-Bueno... ok, como tu digas....- dije tratando de asimilar, todavía lo que había dicho.
Pasaron unos minutos y ya estábamos sentados en un gran mueble color negro, Alejandro, Paula, David, Laura y yo. Estábamos esperando a que las demás personas llegaran, junto con Stefania que se había ido por ellos.
Estaba distraida Jugando con un mechón de mi negro cabello, de pronto, eleve la mirada hacia las escalares, vi a Stefania bajar adelante y detrás de ella venían cinco personas mas, dos chicas y tres chicos. Justo atrás de Stefania había una chica alta, con el pelo rizado y color castaño, sus ojos eran azules como el mar y sus facciones eran menudas y perfectas, fue hecha por la perfección; junto a ella venia un chico un poco mas alto que ella, el cabello negro, era fornido y sus ojos eran tan oscuros como la noche; detrás de ellos, iba una chica baja, con el pelo a los hombros, sus ojos eran grandes y expresivos, eran del color de la miel, su cabello, liso, le llegaba hasta los hombros, tenia la apariencia de una niña de mi misma edad, 15 años; detrás de ella, estaban los dos chicos restantes, uno de ellos, tenia apariencia de un niño de 10 años, el pelo, era rubio y alborotado y sus ojos eran grises y tenían un brillo especial, era bastante delgado; el otro chico, era alto, su cabello era castaño y estaba desordenado, sus ojos eran color miel, tal y como los de la chica. Todos allí eran igualmente pálidos, tal y como Alejandro y David, hasta yo.
-¡Hola chicos!- dijo Alejandro -Sara, ellos son Isabel, Ephrain, Dany, Chris y Sebastian.- Todos me dedicaron una amplia sonrisa, menos la chica de rizos, Isabel, que solo asintió con elegancia, que parecía ser natural en ella.
-Vaya chica la que se ha conseguido...- Dijo el chico de los ojos color miel, el que parecía llamarse Sebastian, pero se vio interrumpido por el codazo de el chico pequeño, Chris que después le susurro algo como "Callate, ¿no ves que no esta enterada? ¡Vaya idiota!". Yo solté una pequeña risita, aunque no sabia de que o quien hablaban.
-Hola Sara, es un gusto poder conocerte, he esperado este momento hace mucho tiempo, disculpa a este par de idiotas.- Dijo Dany, la niña que parecía ser de mi misma edad.
-Ummm... Por fin logro conocerte, eres bastante famosa por acá.- Me dijo e chico de pelo negro, me miro, de una forma rara, no puede indentificar que quería decir con ella.
-Ok chicos, creo que ya se conocen, es hora de ir al meollo del asunto. Seremos claros y después te explicaremos Sara- Me dijo Alejandro. -Espero que no te impacte demaciado, aunque creo que una noticia de esta magnitud es bastante traumante, y no quiero asustarte- Mire las caras de todos, que me miraban con atención, esperando mi reaccion. -Wow! es bastante difícil- Dijo Alejandro. Note, que Paula, que había permanecido callada desde el encuentro con Alejandro, tenia la cabeza metida entre sus brazos, como si quisiera que lo que estaba por suceder no pasara, esto me puso nerviosa.
-¡Sueltalo ya!- Dijo Laura desesperada. Alejandro la fulmino con la mirada y prosiguió.
-Sara eres......-

jueves, 1 de abril de 2010

DUDAS (CAPITULO VIII)

Laura interrumpió a David.
-Creo, que este momento es el menos indicado para contarle todo y mucho menos el lugar, vámonos de aquí, vamos a la central, con los demás sera mas fácil explicarle las cosas.- Dijo Laura.
-Disculpen, pero, no entiendo nada, no se de que hablan y tengo que entrar a clase ya, van a cerrar la puerta del salón de clases.- Dije tratando de evadir el tema.
-Lo siento Sara, pero tendrás que faltar al instituto.- Dijo Laura cogiéndome de un brazo. -Vámonos ya.-
-¡Espera¡- le grite -al menos dejame llamar a Paula para que me cubra- dije tratando de huir.
-Me temo, que Paula también tendrá que ir con nosotros- Dijo Stefania, que tenia agarrada del brazo a Paula, probablemente, la había traído mientras discutía con Laura.
-¿Me explican que pasa aquí por favor?- Dijo Paula igual de confundida que yo. -¿No sera esta una de tus bromitas Laura?- Dijo enojada.
-Me creerán cuando lleguemos al cuartel.- Dijo Laura también enojada por nuestra rebeldía.
-Chicas, relajense, lo que menos necesitamos es otro problema en estos momentos.- Dijo David tratando de arreglar las cosas.
-Tienes razón David, sera mejor que lleguemos ya.- Dijo Stefania.
Todos nos dirigimos hacia una camioneta gris muy grande y bonita, que al parecer se robaba todas las miradas del instituto, no era de mi agrado hablar de autos y obcesionarme con ellos, pero si lo fuera, diría que este carro era realmente caro y lujoso. Stefania abrió la puerta de la parte tracera de la camioneta, Laura me hizo entrar junto con Paula y después entro Stefania, Laura cerro la puerta y después entro al asiento del copiloto , David, ya estaba listo para arrancar.
El viaje fue tedioso, no sabia hacia donde nos dirigíamos, Paula, estaba tensa, no hablaba; Laura, tenia apoyada su cabeza, al marco de la ventana, trataba de controlar su rabia; Stefania, ella estaba totalmente tranquila, tarareaba una canción, creo que era de Lady Gaga, me resultaba bastante familiar; David, iba concentrado en la vía, era un buen conductor apesar de ser un adolecente, le ponía unos 16 o 17 años, no aparentaba mucho, pero al contrario, su mirada reflejaba experiencia, como la que mostraba al conducir; y yo, tratando de romper el silencio, me fastidiaba tanta tensión en el ambiente, la podía saborear, era tan clara y espesa. Además de esto, tenia tantas dudas y necesitaba resolverlas lo mas pronto posible, ¿como que no era lo que creía ser?, ¿acaso lo que me estaba ocurriendo ultimamente, tenia que ver con esto?, ¿para donde diablos íbamos?; me aclare la garganta para romper el silencio de una vez por todas.
-Chicos, ¿me podrían decir hacia donde vamos?- dije con un hilo de voz, tratando de no colmar la paciencia de nadie.
-Para el cuartel, bueno, es donde nos reunimos a tratar temas muy importantes y delicados como tu y Paula, o a organizar misiones y repartirnos el trabajo, allí también esta nuestro líder, por llamarlo así, bueno, al menos yo solo lo tomo como un padre- Me dijo David, con una sonrisa esplendida y perfecta en su rostro, la cual alcanzaba a ver en el espejo.
-Lo siento David, pero no se a quien te refieres, es mas, no entiendo porque tenemos que ir al "cuartel"- dije.
-¡Oh! si claro, lo siento, no recordaba que eres novata. Allá te darás cuenta a que tipo de personas me refiero, también notaras que Stefania es la única en su especie, no dejamos entrar muchos de los suyos en nuestra fraternidad.- Dijo David.
-Si, soy algo así, como la oveja negra de la familia, la verdad es que ni la cuarta parte de esta fraternidad me acepta. Pero, la verdad, me da igual, tengo a Laura y a David, que son suficiente para sentirse como en casa.- Dijo Stefania, con mostrándome una hermosa sonrisa. ¿Acaso todos los del cuartel eran así de perfectos?, porque si era así, yo obviamente iba a desentonar.
Mire hacia mi derecha y vi a Paula, todavía tensa, me dio la impresión, de que de sus ojos estaban a punto de salir lágrimas. Coji una de sus manos y la apreté fuertemente.
-Ya veras, todo estará bien, confía en ellos, son buena onda.- Le dije, tratando de ponerle un poco de animo a la cosa, pronto, ella me mostró una sonrisa y se relajo.
-La verdad es que si, aunque creo a que tipo de personas se refieren- Me dijo ella, durante un segundo, pude ver que los otros tres, abrieron sus ojos como platos, pero trataron de dicimularlo para no alarmarme.
-¿Si?... Bueno, al menos tu si sabes por donde va la cosa.- Le dije, tratando de parecer relajada.
-La verdad, es que preferiría no saberlo, nisiquiera sospecharlo.- me dijo sincera. Me quede callada, no quería darle mas vueltas al asunto.
El resto del viaje, estubo silencioso, al igual que laura, que dormía recostada al marco de la puerta, al parecer lo único que tenia era sueño; Paula, también estaba dormida y Stefania jugaba con su cabello. Yo observaba el camino y los árboles que se desdibujaban alrededor del auto.
-Chicas, deberían despertar de una vez a las dormilonas. Ya casi llegamos.- Dijo David con un hilo de voz.
-Esta bien- dijimos al unisono Stefania y yo. Stefania se encargo de Laura y yo de Paula, puse mi mano en su hombro y la sacudí con delicadeza, para que no se despertara malhumorada. Abrió sus ojos lentamente y después los puso como platos.
-¿¡Que paso!?- Grito y al mismo tiempo trato de pararse sobre la silla, pero la capota del auto lo impidió y se dio en la cabeza.
-¡Nada! solo te despertaba porque ya casi llegamos dormilona, ¿te has hecho daño?- dije.
-Ahh... no, solo me duele un poco, pero estoy bien- dijo para tranquilisarme.
-Ok...- Cuando voltee para mirar a los demás, ellos estaban con los ojos puestos en nosotras, y después estallaron de la risa y yo con ellos.
-Chicas, ya llegamos.- Dijo David, todavía en carcajadas.
Nos bajamos, cuando me detuve a mirar, vi que el "cuartel", no era una simple casa, era una mansión, tenia forma de castillo, pero obviamente era mas pequeño que uno normal, pero a su vez, era muy grande. Afuera, habían tres autos parqueados, que a igual que la mansión, eran hermosos.
-Vamos, entremos.- Dijo Laura, sacando de su bolsillo las llaves que al parecer eran del mini-castillo.
Laura, abrió silenciosa y lentamente la gran puerta de madera antigua que adornaba la entrada de la mansión, cuando entramos, note que estábamos en una instancia grande, llena de muebles hermosos y modernos (balla "cuartel", yo diría que era una casa vocacional o algo por el estilo). Mire hacia las escaleras y allí se encontraba un hombre esperándonos con una gran sonrisa (¡mierda! tenia razón, si que iba a desentonar aquí), era tan pálido como David y yo, tenia el pelo negro y los ojos oscuros, sus facciones eran perfectas y sus dientes totalmente blancos, aparentaba tener unos 30 años.
-Bienvenidas, las estábamos esperando, sobre todo a ti Sara, 15 años buscándote sin descansar y por fin a pareces de la nada, pero por lo que veo, creo que ya te han encontrado y... al parecer también se adueñaron de ti mi pequeña- dijo el hombre de las escaleras. Pero, ¿como que me habían buscado desde que nací?, ¿quien diablos se había adueñado de mi?, ¿y quien diablos era el?. Acá las cosas, se ponían realmente raras.

martes, 23 de marzo de 2010

NUEVOS AMIGOS (CAPITULO VII)

El despertador sonó a las 6 de la mañana, era una mañana fría y lluviosa. De pronto se me vino a la mente la imagen de mi hermana, salte de la cama y fui a su habitación, ella estaba sentada al borde de la cama, se me quedo mirando con duda.
-Emmm... Hola Sara.... ¿que quieres?- me quede pensativa.
-Nada, estoy bien, solo que quería ver como estabas ¿te encuentras bien, no te duele nada?- dije temerosa de las acusaciones que probable mente iba a empezar a decir.
-No, estoy totalmente bien, es mas, me siento mejor que nunca, con mucha energía a decir verdad ¿porque lo preguntas?- Dijo Samanta.
-Por lo de ayer, ¿acaso no recuerdas nada?- dije confundida.
-No recuerdo nada, lo mas seguro es que dormí todo el día, pues el turno de la noche pasada fue bastante duro y estaba bastante agotada.-
-Ahh... ok... ¿seguro te sientes bien?-
-Estoy totalmente segura... emmm... ¿que ha pasado ayer? por tu cara, veo que no fue nada bueno.- dijo ella con suspicacia.
-No, solo que tube un sueño rarisimo y todavía no he salido de el, es como si no estuviera despierta, pero tranquila, solo me confundí- dije nerviosa.
-Ok, como tu digas. Sara, saldré a caminar, traeré donas para el desayuno, ve preparando unos huevos y jugo de naranja, después organizate para ir al intituto hoy te llevare en el auto- Dijo para cambiar de tema, en ese momento recordé que el día anterior había botado toda la comida y probablemente ella no lo recordaba.
-Samanta... emmm... propósito de comida, tube que botarla toda ayer porque estaba rancia, probablemente fue algún hongo- dije, diseccionándola.
-oh!... esta bien, creo que tendré que traer mas que donas, solo ve y organiza te para estudiar-
Salí de la habitación, corrí hacia el cuarto de baño y me duche, después, fui a mi habitacion, me puse un jean, un jersey color blanco y encima me puse una chaqueta roja, por la lluvia continua que estaba callendo por todo el pueblo.
Mi apetito no era mucho, el de samanta tampoco, salimos y corrimos hacia el carro para no mojarnos demaciado con la lluvia. El viaje fue aburrido y callado, mis ojos se estaban cerrando, por el tedioso día anterior y las gotas de lluvia que caían con fuerza en la capota del carro me arrullaban. Por fin llegamos al instituto.
-Sara, que te balla bien hoy en clase, diviertete e invita a tus a migas a casa, es que ultimamente te siento bastante sola e ignorada y yo me siento culpable de eso,tu sabes que mi turno es bastante tedioso y necesito ese trabajo para poder pagar las deudas y comprar la comida. Por eso hoy le diré a mi jefe que me de un ascenso, o al menos me pase para otra jornada, espero tener éxito, deseame suerte.- dijo mi hermana.
-Claro Sam, te deseo toda la suerte del mundo, no te prehocupes por mi, me siento bien, mas bien prehocupate por como te sientes tu.- le dije tratando de tranquilizarla.
-Ok... nos vemos esta noche si tengo suerte.- Me dio un abrazo y un beso en la mejilla y se fue.
Iba caminando hacia los salones por el jardín, depronto mi amiga Laura aparecio por detras y me cojío el brazo de gancho.
-¡Hola Lao!- Dije entusiasta.
-¡Hola Sara! tenemos que hablar.- Dijo desviándose hacia unos arbustos, me resistía a pasar por hay y como a ella le era imposible llevarme, tomo impulso y se abalanzo contra mi y caímos sobre los arbustos. Cuando lo hizo, sentí como si ella pesara lo que pesara un auto, un autobús tal vez.
-¡Mierda! ¿Laura que te pasa, eres la única que hace eso? y pesas montones- Dije empujándola con mis pies, para que se quitara de ensima.
-Lo tube que hacer, por que no querías desviarte ¿y que creías, que era una pluma?-
-Seguro que esperaba que lo fueras, casi me has roto las costillas.- dije dolorida.
-Lo siento, no era mi intensión.- Dijo por fin arrepentida.
Me arrodille y mire hacia arriba, cuando por sorpresa, vi dos personas paradas delante de nosotras, como esperando que nos paráramos, una de esas personas era una chica medio baja, con la piel color canela, pelo largo y liso y con unos ojos de un color verde increíble, en ellos se reflejaba simpatía, cariño, alegría, pero también se reflejaba el sufrimiento y la tristesa. El otro era un chico alto, rubio, tenia una sonrisa inspiradora, su piel era pálida, casi como la mía y sus ojos eran verdes, pero mas oscuros que los de la chica, en los ojos de este, se reflejaba, alegría, emoción, simpatía y también, por desgracia el mismo sufrimiento que la chica.
-Ahh... creo que ya notaste su presencia, ellos son Estefania y David.- Dijo Laura. Me levante mostrando al menos un poco de la dignidad que me quedaba en esos momentos y los salude.
-Es un gusto conocerlos, mi nombre es Sara.- Les dije un poco nerviosa.
-Eso lo sabemos muy bien, te hemos buscado desde que naciste, pero creo que ya te han encontrado otros.- Dijo Estefania, con una sonrisota en su boca.
-¿Como que desde que nací?¿Y que otros?- Dije confundida.
-Creo que note has enterado, no eres lo que crees ser- dijo David.
De pronto, me empezaron a temblar las piernas, ¿entonces que era yo?... Tarde o temprano tendría que saber que era lo que estaba pasando con migo ultimaente.

sábado, 20 de marzo de 2010

CONCLUCIONES (CAPITULO VI)

Me encontraba en el centro del pueblo, sentada en una silla que encontré afuera de una tienda de comestibles, estaba totalmente espantada.
Había entrado en un baño publico en el camino y me había limpiado las manos, los labios y el cuello, que los tenia llenos de sangre, ahora, solo pensaba en la vida de mi hermana y en mi cobardía, ¿como es que la pude dejar sola?. Me levante de la silla y heche a correr hacia mi casa, iba bastante rápido, los arboles y los carros eran una sombra a mi alrededor, como si tubiera propulsores en mis pies. Pare, porque me dio la sensacion de que me venían siguiendo, de pronto mi cuerpo se inundo de calor y un escalofrío recorría mi columna, como si mis instintos se activaran para enfrentarse con algo o alguien, volví a empezar a correr hacia mi casa sin poner mucho cuidado a lo que ocurría a mi alrededor.
Llegue a casa y me detuve delante de la puerta, la abrí lentamente y di varios pasos hacia adelante, allí todo estaba tranquilo, nada perturbaba la tranquilidad de la casa. Subí las escaleras y llegue a la puerta que daba a la habitación de Samanta, la abrí de un empujón y allí estaba ella, imperturbable, me le acerque y le quite la toalla que llacia todavía en su cuello, cuando lo hice me lleve una gran sorpresa, la sangre se había secado y no había orificios ni ningún maltrato, solo tos imperceptibles cicatrices. Note que su respiración era continua y suave. Era casi imposible que se hubiera sanado del todo en tan solo dos horas que había salido de casa.
Cojí la toalla llena de sangre y la lave, porque su olor, me hacia derretir y volver a caer en tan extraña locura, volví a lavar la alfombre que tan solo hace 5 horas habia lavado por las gotas de sangre de la bolsa, que ahora era una mancha del tamaño de una llanta de sangre de mi hermana. Como la sangre no quitaba quite la alfombra y la puse en la lavadora para que saliera mas fácil.
Después de limpiar el desastre subí a mi habitación y me recoste en mi cama, solo me quedaba pensar en que escusa le iba a sacar a mi hermana sobre el mordisco, probablemente me mandaría donde un psiquiatra y me internarían en un manicomio, aunque de ese modo no se veían las cosas tan malas, eso significaba que no tendría que hacerle mas daños a la gente.
Iba a prender la lampara que estaba pues a en mi mesa de noche y note que allí todavía estaba la nota que me habían dejado junto con la bolsa de sangre. La tome y la leí nuevamente: "Se que lo necesitaras, te sentirás un poco extraña esta mañana, tomatelo todo. Atentamente, M.A." Lo leía y lo volvía a leer, ¿quien seria la persona que había dejado esto en mi cocina?, ¿porque sabia que de un momento a otro mi cuerpo me obligaba a beber sangre y a matar?, ¿quien era M.A.?
Des pues recordé lo que el día anterior había ocurrido, lo del bosque, lo de el acosador, y lo del... beso. también recordé que la noche había tenido una pesadilla un poco similar a mi situación del bosque el día anterior y una nota que había encontrado allí mismo en mi habitación. Después de pensar unos segundos en esto, corrí hacia la papelera que estaba debajo de mi escritorio y la vacíe en el suelo, después reuní todos los pedazos de la anterior nota y lo compare con la nota de la bolsa de sangre, era la misma letra, alguien estaba jugando sucio con migo. Guarde las notas en mi cajón de noche, y después de toda una tarde de meditación y concluciones me dormí profundamente.

CUERPO Y MENTE (CAPITULO V)

Solté la bolsa de sangre cuando me dí cuenta de lo que estaba pasando, ¿porque estaba haciendo aquello? ¿porque mi cuerpo se quería lanzar a las pocas gotas de sangre que quedaban en la bolsa?.
Corrí al baño y en cosa de medio segundo ya estaba en el, supuse que me estaba enloqueciendo, no podía creer lo que pasaba. Me bañe y me vestí rápido, después recogí la bolsa de sangre que había en el suelo y la bote al cubo de la basura, también limpie unas pocas gotas de sangre que calleron a la alfombra. Cuando me asegure de que todo esta limpio y reluciente empecé a subir las escaleras a mi cuarto, cuando me acuerdo de un detalle muy importante, la carta que me había al lado de la bolsa negra. Volvía a bajar las escaleras, agarre la carta y subí las escaleras nuevamente.
Cerré la puerta de mi habitación suave y silenciosamente, puse la carta en mi nochero y me tire en la cama. Intente dormirme, pero era imposible con todos los ruidos de afuera, escuchaba una moto arrancando al lado de mi casa, un pájaro cantando en mi ventana, un perro escarbando en el jardín, la campana de la bicicleta del cartero. daba por seguro que la ventana estaba abierta, porque el ruido se escuchaba como si fuera dentro de la casa, me levante para cerrarla y me lleve la sorpresa de que ya lo estaba, le heche un vistaso a la calle desde la ventana y note que no había ninguna moto, ningún pájaro, ningún perro y ningún cartero, pero aún así los escuchaba. Me quede unos minutos allí escuchando el ruido, y note que el ruido de la motocicleta se volvía mas intenso, como si ya hubiera arrancado, pero cada ves se oía mas cercano, como si estuviera a escasos centímetros mios. Después de unos segundos la moto paso al lado de mi casa ¿acaso estaba escuchando una motocicleta que estaba demaciado lejos como para que una persona común y corriente no pudiera escucharla?¿que podía escuchar cosas a largo alcance? Lo único que sabia era que me estaba volviendo loca, y de eso si estaba total ente segura.
Estaba demaciado enérgica, como si hubiera dormido 3 días seguidos y me hubiera recargado totalmente. Salte de la cama y baje las escaleras para salir de la casa. Empece a percibir un olor delicioso, refrescante y dulce, deducí que no debía ser la cocina, porque allí no habia comida, por que la que había tuve que botarla porque estaba podrida, junto con la bolsa de sangre. Al terminar de bajar las escaleras, para mi sorpresa, note que el olor si provenía de la cocina, entre, y allí estaba parada mi hermana, Samanta buscando desesperadamente algo de comer, volteo y me sorprendió espiándola desde la puerta.
-Hola Sara- me dijo sorprendida -que bueno verte, emmmm... ¿sabes que ha pasado con la comida?- Dijo haciendo muecas de hambre.
-Ohh!! Samanta, para mi también es un gusto verte tan temprano, emmmm... a propósito de la comida, la he tenido que votar porque estaba rancia y su olor era asqueroso- dije, distraida, pensando en el delicioso olor que me había atraído a la cocina - Emmm.... ¿que estas cocinando?- dije para saber de donde provenía el olor.
-Nada, al parecer todo estaba podrido, porque no hay nada que hacer- dijo Samanta. Me fui acercando lentamente hacia el olor, que a mi sorpresa, provenía de mi hermana. Me le acerque hasta que ni nariz tocaba su cuello. De pronto mi mente se debatía con mi cuerpo, ¿cuando s iba a terminar esta tortura?, mis dientes querían penetrar la suave y delicada piel de mi hermana, pero lo la quería y no quería hacerle daño, ella me miraba raro, se estaba alejando de mi, mi cuerpo gano la batalla y la agarro fuertemente y le enterré los colmillos en su cuello, sentí que la sangre cubría cada parte de mi, de nuevo mi mente volvió a recuperarse y solté a mi hermana, ella estaba viva, pero a punto de quedar inconsciente. Mire mis manos que estaban cubiertas de sangre y me puse a llorar, levante a mi hermana del suelo y la lleve a su dormitorio, le puse una toalla en el cuello y salí corriendo de casa.

jueves, 18 de marzo de 2010

DESCUBRIENDO (CAPITULO IV)

Desperté mareada en mi habitación, lo ultimo que recordaba era que me había adentrado en el bosque, alguien me había agarrado por detrás y había quedado inconsciente, bueno, a decir verdad, recordaba mucho mas que eso, solo que no quería pensar en aquellos detalles.
Estaba bastante confundida, ¿como es que había terminado en casa?
Me senté al borde de la cama y mire el relój que había en mi mesita de noche, eran las seis de la mañana y era domingo. No quería pensar en lo que me había pasado en el anterior día, así que intente distraerme acomodando mi horario para el domingo. Me puse mis pantuflas y salí de la cama, me dirigí hacia el tocador para cojer una hebilla para mi cabello, pero al mirarme al espejo, note que llevaba puesto la misma ropa del día anterior, solo que mis pantalones estaban rotos y los codos de el suéter negro estaban sucios, recordé, que había tropezado en el bosque y que me había aporreado la cabeza, al recordar esto, me empecé a examinar la cabeza, pero no encontré nada y el resto del cuerpo también estaba intacto. Decidí no prestarle atención, me cambie la ropa por una sudadera y una camiseta y salí de mi cuarto para la cocina.
Mi hermana todavía estaba dormida, así que trate de no hacer demaciado ruido al bajar las escaleras, sabia que llegaba demaciado tarde de trabajar en el hospital, llegaba rendida y no le quedaba suficiente tiempo para descansar, así que trataba de hacerle las cosas mas fáciles y no interrumpirla nunca. Desde que murieron nuestros padres, ella quedo a cargo de mi y empezó a trabajar en un hospital de emergencias como enfermera nocturna y su agenda nunca estaba libre para nada que no fuera el trabajo.
Llegue a la cocina y abrí la alacena, saque unas galletas y las abrí, fue algo realmente extraño lo que sucedió, cunado abrí el paquete el olor de las galletas penetro en mi nariz y me dieron nauseas y corrí al baño a bomitar, volví a la cocina y abrí la nevera, todo tenia olor a podrido, cerré la puerta y le di la espalda a la nevera. Mire hacia la mesa del comedor y vi una bolsa negra, y junto a ella habia un sobre, lo cojí y lo habrí. Decía: "Se que lo necesitaras, te sentirás un poco extraña esta mañana, tomatelo todo. Atentamente, M.A."
Empecé a abrir la bolsa negra con suspenso, sabia que esto me iba a sorprender demaciado. Al fin, cuando puede abrirla, vi una bolsa transparente llena de sangre, por lo menos allí habían 3 o 4 litros. Empecé a temblar y la cojí, al cojerla, soltó un suave y agradable aroma, se me hizo agua la boca. Mi cuerpo y mi mente se debatían entre el si y el no, no sabia en que estaba pensando, una parte de mi mente consideraba esto repulsivo e inhumano y la otra que se hacia mas fuerte con cada respiro quería bebersela en un sorbo.
Hice caso al mas fuerte de mis instintos, acerque la boquilla de la bolsa a mi boca y empecé a beber, mi garganta se sentía fresca y saciada, mi cuerpo lleno de energía, mi mente clara y fuerte y mi legua sentía el mas dulce sabor jamas probado.

domingo, 14 de marzo de 2010

EL ENCUENTRO (CAPITULO III)

Llegue al instituto en menos de 5 minutos, estaba muy asustada, además en todo el camino sentía que alguien me seguía. Me dirijí al laboratorio a clase de ciencias, en la puerta me esperaba mi mejor amiga Paula, una chica alta, delgada, con rasgos suaves y definidos, el pelo a la altura de su barbilla y rubio. Cuando me acerque a saludarla se me quedo mirando.
-¿Que miras?- pregunte inquieta.
-Nada, solo que, emmm... olvidalo- me dijo.
-¡Dímelo!... ¿que pasa?- insistí.
-Solo que hoy estas diferente, hoy te vez... ¿como te digo?... emmm... como muerta- no me sorprendió que me dijera eso, estaba acostumbrada a verme al espejo y a asustarme por mi exagerada palidez y que la gente me dijera que podría actuar en una película de terror haciendo de zombie. -Es impresión mía, no me hagas caso, solo que te veo mas pálida que de costumbre- me dijo arrepentida por la expresión con la que se había expresado.
-Tranquila, yo también me he visto rara esta mañana, ha de ser por las malas noches que he pasado, no me dejan dormir las repentinas pesadillas.- le dije para calmarla.
-Si, debe de serlo, pero ahora debemos prehocuparnos por entrar a clase porque vamos a llegar tarde.- dijo.
-Si tienes razón- y entramos al laboratorio juntas.




La clase de ciencias con la profesora Rose eran muy divertidas, porque todos los días se levantaba con un animo y una energía altísima, lo mejor de todo, era que era contagiosa, siempre nos hacia reír en clase.
Paula y yo salimos de el laboratorio todavía riendonos de los chistes de la Sra. Rose y nos dirigimos al jardín para encontrarnos con Laura, una de mis mejores amigas. Allí estaba hablando ella con un chico de ultimo grado, cuando nos vio se acerco hacia nosotras corriendo.
-¡Hola chicas!- Nos saludo a Paula y a mi.
-¡Hola!- Respondimos al unisono.
-Hoy tengo que ir al entrenamiento, no puedo estar con ustedes hoy, hablamos después chicas...- nos dijo Laura y se fue corriendo hacia las piscinas del instituto.
-Definitivamente, Laura esta loca.- Dijo Paula de un momento a otro, mientras que yo estaba distraida mirando hacia los árboles, estaba segura de que allí había alguien obsevandonos.
-¡Oh, a que si!- Dije yo tratando de parecer muy interesada en el tema.




Acompañe a Paula hasta su casa que quedaba a 2 calles de la mía, después me diriji a la mía, pase cerca del bosque y note que había alguien escondido allí observandome, solo eso faltaba, que estuviera totalmente sola, en frente de un bosque y tenia un acosador, que probablemente me querría matar, o tal vez secuestrarme, torturarme y después matarme. Trate de salir de allí lo mas rapido que pude, ya estaba saliendo de esta zona, cuando todo mi cuerpo se paralizo, mi mente decía que siguiera caminado pero mi cuerpo y mis impulsos me obligaban a volver atrás, no aguante la presión y retrocedí. No sabia que estaba haciendo, me dirijia al oscuro y espeso bosque, no me podía controlar, de pronto mi mente se nublo y solo podía pensar en que allí me esperaba algo bueno, mi nariz, empezó a percibir un aroma delicioso e indescriptible, pero también me quemaba la nariz. Ya me encontraba adentro del bosque y algo me empujo por la espalda y me hizo caer, sentí como empezaba a fluir la sangre de mi cráneo. Me dí vuelta y no vi a nadie. ¡Mierda!, solo esto me podía pasar a mi, me estaba volviendo completamente loca, me incorpore y empecé a caminar, quería encontrar la salida pero muy dentro de mi sabia que me debía quedar hay mismo, de pronto me agarraron por la espalda, en medio de mis impulsos logre voltearme para ver quien me tenia prisionera, tan pronto como pude hacerlo sentí que unos fríos pero dulces labios tocaron los mios, no puede ver quien era, me deje llevar, en medio de toda la confusión, mi cuerpo no aguanto mas y quede inconsciente.

viernes, 12 de marzo de 2010

MENSAJES MISTERIOSOS (CAPITULO II)

Desperté sobresaltada.
En las ultimas dos semanas mis sueños se habían vuelto mas intensos y vividos que en ningún momento, además este ultimo sueño, había sido el mas vivido y tenebroso de todos. En los últimos sueños había estado en un bosque frió y húmedo, me encontraba perdida y escuchaba los gritos, pero el que me acababa de ocurrir tenia cosas nuevas y horripilantes.
En medio del sobresalto no me había dado cuenta que la boca me sabia a hierro, a sangre, con la lengua rebise que no me hubiera mordido mientras dormía, pero no, no había nada extraño. Mire el relój y note que ya debería levantarme y organizarme para ir al instituto. Me senté en el borde de la cama y me puse mis pantuflas, después me recoji el cabello y salí de la habitación. Baje las escaleras con cuidado de que no rechinaran, para no despertar a mi hermana Samanta y me diriji a la cocina. Ya en la cocina me serví un poco de cereal y galletas, me las comí con desgano, ya que no tenia hambre, cosa rara, porque siempre cuando me levanto corro a la cocina hambrienta a tragarme la nevera. Cuando termine de desayunar subí las escaleras y me metí en el cuarto de baño. Me acerque al lavado y me mire en el espejo y que mis labios estaban muy rojos y mis ojos mas negros y dilatados, supuse que era por el terrible sueño que tube, o también podría llamarse pesadilla. Entre a la ducha y abrí la canilla de agua fría, a ver si con esto se me borraría de la mente la pesadilla y dejaría de pensar en ella.
Cuando salí de la ducha, de nuevo me mire al espejo y trate de recojer mi cabello, mi negro y liso cabello, igual al que tenia mamá, tan negro como la noche y tan liso como la seda, solo que a ella le quedaba perfecto con sus suaves y perfectos rasgos y sus ojos verdes; en cambio, mis padres decían que yo era igual a mi bisabuela, con los ojos negros y tan pálida como una tumba, bueno, nunca lo he podido comprobar, porque ni siquiera tengo fotos de ella.
Entre a mi habitación y me puse una camisa color azul con un suéter negro, unos jeans desgastados y unos tenis. Solo hasta el momento en que me dirijí a buscar mi bolso con los libros que se encontraban en un sillón junto a la ventana, me percate que antes de salir de la habitación estaba cerrada y ahora estaba completamente abierta; no habría podido ser el viento, porque el día estaba caluroso. Cerré la ventana y cojí mi bolso, cuando lo levante, debajo de este había una pequeña nota con que decía: "Alejate de la sangre". La rompí y la bote de inmediato, después salí corriendo para el instituto...

EL SUEÑO (CAPITULO I)

"Sentía la humedad en mi piel, el frió me envolvía en su tenebroso y oscuro manto. Parecía que los árboles me observaban y me susurraban cosas inentendibles. De pronto escucho el agudo y tinieblo grito de una joven, corrí hacia donde provenía, no encontraba a nadie, de pronto sentí que mis pies se elebaban de el suelo, mire hacia abajo y estaba alejándome cada vez mas del suelo, algo me deposito en una gruesa rama de un árbol, me fije en que o quien era el que me había traído hasta allí. De pronto unos ojos de un color tan azul como el mar se encontraron con los mios, todo el era perfecto, sus facciones, su piel, sus fuertes músculos. Después de haberse encontrado con mi mirada, me acaricio la mejilla y me besó, acto seguido, descubrió mi cuello de la chaqueta y me mordió fuertemente, sentía que me desangraba y en uno de mis impulsos, lo mordí también fuertemente en el cuello..."


jueves, 11 de marzo de 2010

INTRODUCCION:


Nada es lo que parece, lo digo por experiencia propia; un día tranquilo en casa y cuando menos lo piensas todo sale al revés y descubres cosas totalmente inimaginables e imposibles vistas desde un ojo humano y poco suceptible. Todo lo que vez a tu al rededor no es real, todo es un montaje de lo "normal", pero cuando te das cuenta de esto, ves cosas donde los demás no lo pueden ver.