El hombre de las escaleras, se me acerco y puso su pesada, fría y perfecta mano izquierda en mi hombro derecho, luego, miro mi rostro con una amable sonrisa, después ocurrió algo que no esperaba, puso cara de terror.
-¡Hay lo siento querida! veo tu cara de terror, debes estar confundida, no sabes ni siquiera como me llamo y además tampoco sabes porque estas aquí, soy un mal educado, deberían castigarme por ello.- Me dijo, con exagerado asentó de disculpa.
-¡Vaya! por fin alguien que cae en cuenta de ello, llevo mas de dos horas preguntando lo mismo pero nadie responde, además, si empiezo a preguntar, alguien se tiene que poner de mal humor.- Dije con tono sarcástico mirando a Laura que se rió maliciosamente, aunque aún andaba algo mal humorada.
-Laura, ¿cuantas veces te he dicho que debes ser amable con las demás personas? ser diferente a todos los que te rodean no te da el derecho a hacerlo, acuerdate, no te puedes resentir con nadie por lo que eres, te conozco muy bien.- Dijo el hombre extraño, que hasta el momento no había dicho su nombre.
-Lo siento, anoche no dormí, además estaba totalmente desidida a no venir, tenia que traerla de una forma u otra... y si, lo se, tenia que traerla, todavía tiene oportunidad, no como yo, que me quede así, a medias- Dijo Laura defendiéndose, pero no entendía el termino a medias y ¿como que salvarme?.
-Emmm... Sara, por sierto, mi nombre es Alejandro y esta es nuestra casa, que desde desde ahora también va a ser como tu casa, siempre estarán las puertas abiertas para ti. Y Hola Paula, que mal educado soy, no te había saludado, hace mucho que no hablamos.- Me quede boquiabierta, frente a la ultima expresión de Alejandro, ¿Acaso Paula ya lo conocía? ¿Pero cuando?.
-Hola Alejandro- Dijo Paula con la voz ronca y sombría.
-Paula, se que es el momento menos indicado pero, ¿cuando diablos lo consiste?- dije enfadada.
-Hace mucho tiempo, apenas tenia 5 años, era como mi protector o algo así, pero después me abandono de un momento a otro, no lo volví a ver. ¿Sabes que soy adoptada, no? pues mira aquí a mi "padre"- Me dijo Paula, tenia los ojos cerrados y las lágrimas no tardarian en salir. Sabia que sus padres la habían abandonado, y que a los 5 años, una familia la había adoptado, pronto, mis ojos también se llenaron de lágrimas.
-¡¿Como te atreves?!- Le dije a Alejandro llena de ira, y le mande mi puño a su nariz, para mi sorpresa, la mano me quedo doliendo horriblemente y su nariz quedo tan intacta y perfecta como desde el primer momento que lo vi.
-Lo hice por el bien de ella, me iban a matar y no iba a dejar que lo hicieran también con ella. La ame demaciado, tal y como lo hago ahora. Y tu lo sabes mi niña ¿verdad que si?- Dijo con su voz totalmente calma, como si no hubiera ocurrido nada, al final de la frase, note que sus ojos estaban cristalinos, pero en ellos no habían ninguna lágrima.
-Si papá, lo se...- Paula corrió hacia el y lo abrazo, duraron así, cerca de dos minutos.
-Emmm... bueno, lamento arruinar este bonito reencuentro, pero tenemos asuntos bastante delicados, como, por ejemplo Sara, sentemonos y areglemos este asunto de una vez, porque tengo partido a las once.- Dijo David, un poco incomodo, pero tratando de animar la cosa.
-Si, tienes razón, iré por las demás personas, sera mas fácil tratar este tema con todos reunidos.- Dijo Stefania, apoyando la noción de David.
Estaba distraida mirando la bonita imagen de Paula y Alejandro, que cosa tan rara la que había pasado. Gire mi cabeza hacia el lado derecho, para observar mas detenidamente la estancia, tan pronto lo hice, vi el rostro de Laura, mirándome, a pocos centímetros del mio.
-¡Buh!- Dijo entono de broma. -- Bueno... Emmm... solo quería disculparme por mi mal comportamiento, estaba un poco brabucona ahora, pero ya paso. Mira, esto, lo que vamos a hablar con tigo es algo sorprendente, increíble, imposible y un poco, pero poco raro, bueno, la verdad es que es muy raro, en fin solo quiero que escuches atentamente, no nos interrumpas, dejanos contarte todo y ya tu veras si crees, no crees o si quieres salir por la puerta gritando, quieres insultarnos, quieres hacer preguntas, bueno la verdad es que frente a esto puedes reaccionar de mil formas, tu escojes... hahaha.... uiisshh... que mal me siento por ti.- Me quede mirándola con la boca abierta, la verdad,, es que solo había entendido una tercera parte de lo que había oído, porque andaba algo nerviosa y cuando lo estaba, hablaba horriblemente rápido.
-Bueno... ok, como tu digas....- dije tratando de asimilar, todavía lo que había dicho.
Pasaron unos minutos y ya estábamos sentados en un gran mueble color negro, Alejandro, Paula, David, Laura y yo. Estábamos esperando a que las demás personas llegaran, junto con Stefania que se había ido por ellos.
Estaba distraida Jugando con un mechón de mi negro cabello, de pronto, eleve la mirada hacia las escalares, vi a Stefania bajar adelante y detrás de ella venían cinco personas mas, dos chicas y tres chicos. Justo atrás de Stefania había una chica alta, con el pelo rizado y color castaño, sus ojos eran azules como el mar y sus facciones eran menudas y perfectas, fue hecha por la perfección; junto a ella venia un chico un poco mas alto que ella, el cabello negro, era fornido y sus ojos eran tan oscuros como la noche; detrás de ellos, iba una chica baja, con el pelo a los hombros, sus ojos eran grandes y expresivos, eran del color de la miel, su cabello, liso, le llegaba hasta los hombros, tenia la apariencia de una niña de mi misma edad, 15 años; detrás de ella, estaban los dos chicos restantes, uno de ellos, tenia apariencia de un niño de 10 años, el pelo, era rubio y alborotado y sus ojos eran grises y tenían un brillo especial, era bastante delgado; el otro chico, era alto, su cabello era castaño y estaba desordenado, sus ojos eran color miel, tal y como los de la chica. Todos allí eran igualmente pálidos, tal y como Alejandro y David, hasta yo.
-¡Hola chicos!- dijo Alejandro -Sara, ellos son Isabel, Ephrain, Dany, Chris y Sebastian.- Todos me dedicaron una amplia sonrisa, menos la chica de rizos, Isabel, que solo asintió con elegancia, que parecía ser natural en ella.
-Vaya chica la que se ha conseguido...- Dijo el chico de los ojos color miel, el que parecía llamarse Sebastian, pero se vio interrumpido por el codazo de el chico pequeño, Chris que después le susurro algo como "Callate, ¿no ves que no esta enterada? ¡Vaya idiota!". Yo solté una pequeña risita, aunque no sabia de que o quien hablaban.
-Hola Sara, es un gusto poder conocerte, he esperado este momento hace mucho tiempo, disculpa a este par de idiotas.- Dijo Dany, la niña que parecía ser de mi misma edad.
-Ummm... Por fin logro conocerte, eres bastante famosa por acá.- Me dijo e chico de pelo negro, me miro, de una forma rara, no puede indentificar que quería decir con ella.
-Ok chicos, creo que ya se conocen, es hora de ir al meollo del asunto. Seremos claros y después te explicaremos Sara- Me dijo Alejandro. -Espero que no te impacte demaciado, aunque creo que una noticia de esta magnitud es bastante traumante, y no quiero asustarte- Mire las caras de todos, que me miraban con atención, esperando mi reaccion. -Wow! es bastante difícil- Dijo Alejandro. Note, que Paula, que había permanecido callada desde el encuentro con Alejandro, tenia la cabeza metida entre sus brazos, como si quisiera que lo que estaba por suceder no pasara, esto me puso nerviosa.
-¡Sueltalo ya!- Dijo Laura desesperada. Alejandro la fulmino con la mirada y prosiguió.
-Sara eres......-
sara escribi me dejo intrigada ese final escribe porfa rapido
ResponderEliminarsara
ResponderEliminar¿no crees que ya fue suficiente suspenso?, porfa escribe