domingo, 14 de marzo de 2010

EL ENCUENTRO (CAPITULO III)

Llegue al instituto en menos de 5 minutos, estaba muy asustada, además en todo el camino sentía que alguien me seguía. Me dirijí al laboratorio a clase de ciencias, en la puerta me esperaba mi mejor amiga Paula, una chica alta, delgada, con rasgos suaves y definidos, el pelo a la altura de su barbilla y rubio. Cuando me acerque a saludarla se me quedo mirando.
-¿Que miras?- pregunte inquieta.
-Nada, solo que, emmm... olvidalo- me dijo.
-¡Dímelo!... ¿que pasa?- insistí.
-Solo que hoy estas diferente, hoy te vez... ¿como te digo?... emmm... como muerta- no me sorprendió que me dijera eso, estaba acostumbrada a verme al espejo y a asustarme por mi exagerada palidez y que la gente me dijera que podría actuar en una película de terror haciendo de zombie. -Es impresión mía, no me hagas caso, solo que te veo mas pálida que de costumbre- me dijo arrepentida por la expresión con la que se había expresado.
-Tranquila, yo también me he visto rara esta mañana, ha de ser por las malas noches que he pasado, no me dejan dormir las repentinas pesadillas.- le dije para calmarla.
-Si, debe de serlo, pero ahora debemos prehocuparnos por entrar a clase porque vamos a llegar tarde.- dijo.
-Si tienes razón- y entramos al laboratorio juntas.




La clase de ciencias con la profesora Rose eran muy divertidas, porque todos los días se levantaba con un animo y una energía altísima, lo mejor de todo, era que era contagiosa, siempre nos hacia reír en clase.
Paula y yo salimos de el laboratorio todavía riendonos de los chistes de la Sra. Rose y nos dirigimos al jardín para encontrarnos con Laura, una de mis mejores amigas. Allí estaba hablando ella con un chico de ultimo grado, cuando nos vio se acerco hacia nosotras corriendo.
-¡Hola chicas!- Nos saludo a Paula y a mi.
-¡Hola!- Respondimos al unisono.
-Hoy tengo que ir al entrenamiento, no puedo estar con ustedes hoy, hablamos después chicas...- nos dijo Laura y se fue corriendo hacia las piscinas del instituto.
-Definitivamente, Laura esta loca.- Dijo Paula de un momento a otro, mientras que yo estaba distraida mirando hacia los árboles, estaba segura de que allí había alguien obsevandonos.
-¡Oh, a que si!- Dije yo tratando de parecer muy interesada en el tema.




Acompañe a Paula hasta su casa que quedaba a 2 calles de la mía, después me diriji a la mía, pase cerca del bosque y note que había alguien escondido allí observandome, solo eso faltaba, que estuviera totalmente sola, en frente de un bosque y tenia un acosador, que probablemente me querría matar, o tal vez secuestrarme, torturarme y después matarme. Trate de salir de allí lo mas rapido que pude, ya estaba saliendo de esta zona, cuando todo mi cuerpo se paralizo, mi mente decía que siguiera caminado pero mi cuerpo y mis impulsos me obligaban a volver atrás, no aguante la presión y retrocedí. No sabia que estaba haciendo, me dirijia al oscuro y espeso bosque, no me podía controlar, de pronto mi mente se nublo y solo podía pensar en que allí me esperaba algo bueno, mi nariz, empezó a percibir un aroma delicioso e indescriptible, pero también me quemaba la nariz. Ya me encontraba adentro del bosque y algo me empujo por la espalda y me hizo caer, sentí como empezaba a fluir la sangre de mi cráneo. Me dí vuelta y no vi a nadie. ¡Mierda!, solo esto me podía pasar a mi, me estaba volviendo completamente loca, me incorpore y empecé a caminar, quería encontrar la salida pero muy dentro de mi sabia que me debía quedar hay mismo, de pronto me agarraron por la espalda, en medio de mis impulsos logre voltearme para ver quien me tenia prisionera, tan pronto como pude hacerlo sentí que unos fríos pero dulces labios tocaron los mios, no puede ver quien era, me deje llevar, en medio de toda la confusión, mi cuerpo no aguanto mas y quede inconsciente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario