Aqui otra historia para la semana de Halloween, no me canso de leerla. Es de mi buena amiga Kelly Rios, que por cierto, tiene un talento increible para escribir. No siendo mas, El asesino de las rosas negras:
Era el siglo Xlll en el cuarto mes de año exactamente el 8 de abril de 1921 las 5:24 pm, cuando una mujer dio a luz una horrible creatura.
Stefany.... su madre, una hermosa y caprichosa mujer de ojos claros como la miel y cabello rubio como el sol; Salía a trabajar diariamente dejando a su hijo recién nacido con su odioso marido.
El pequeño niño fue llamado Gabriel y día tras día tenia que soportar el hambre y los maltratos de sus muy estúpidos padres; Así fue como Gabriel se crio en un mundo de soledad e incomprensión, dejando su casa a os 9 años, matando a sus padre en el asesinato perfecto... sin rastro, sin sentimiento alguno.
A sus 15 años Gabriel había matado a mas de 18 personas, pues se había dado cuenta que lo único que lo hacia feliz era el olor de la sangre y el sufrimiento de las demás personas...
El vivía en una cueva en lo mas profundo del bosque, allí tenía un equipamiento de todo tipo de cuchillos: largos, cortos, de doble filo y hasta lanzas de su propia creación, cada uno
de ellos destinado a una victima diferente que y elegida al azar.
Los habitantes del pueblo estaban muy preocupados por los frecuentes asesinato y desapariciones, ellos llamaban al asesino por el nombre de: el descuartizador de rosas; Pues en mas de 10 ocasiones había partido a su victima en pedazos dejando a su lado una rosa negra extremadamente hermosa.
Gabriel estaba obsesionado con la sangre, tanto como para matar a 3 personas por noche, esto despertó la furia del pueblo pues su número de habitantes había disminuido notablemente.... se armo una revuelta, la cual tenía como líder a una hermosa mujer de pelo negro, ojos azules, alta y muy blanca llamada: Adana.
Ya era 3 de octubre de 1748. El pueblo buscaba desesperadamente a Gabriel, quien se encontraba en su cueva durmiendo plácidamente.....
El grupo de búsqueda se dividió dejando sola a Adana, la cual se fue dirigiendo sin saberlo a la cueva de Gabriel; El al escuchar los pasos se levanto rápidamente corrió hacia ella, la atrapo, la llevo a su escondite, ato sus manos y sus pies y comenzó a interrogara con preguntas como:
-Quien eres?
-Porque vienes?
-Quien mas me busca?
Ella no respondió nada, entonces Gabriel se agacho, la desato, la beso, la abrazo y mientras eso apuñalo su espalda dejando la inmóvil y después corto su garganta, tal cual lo habia hecho con sus padres.
Los habitantes del pueblo no tardaron en percatarse de la ausencia de Adana, siguieron su rastro hasta llegar a la entrada de la cueva y allí la encontraron.... desangrada y muerta....
Ingresaron rápidamente con antorchas y todo tipo de armas.... y a lo lejos.... en un rincón divisaron a Gabriel..... Que llevaba en una mano 2 rosas negras, en la otra un afilado cuchillo, y en su pecho...... una herida mortal...........!!!
Kelly Rios
¿Que harias si supieras de un momento a otro que lo que te rodea no es lo que parece? ¿Que tu vida esta llena de misterios y de cosas que nunca te hubieras imaginado? ¿Que las personas que quieres resultan ser otras cosas menos personas?
viernes, 29 de octubre de 2010
jueves, 28 de octubre de 2010
DELICIOSO YO - ANDRES G,
Bueno aquí les dejo una de las historias de la semana de Halloween.
Me encanta esta historia, bastante grotesco por cierto... XD...
Esta historia se llama "Delicioso yo", fue escrita por Andres G. No dijo mas ni menos, tienes bastante talento.
Y hay me encontraba, tirado en el suelo, esperando a que la muerte se apiadara me mi y me llevara, nunca pensé estar en esa situación, es mas, creo que nadie sea capaz de creer que sea posible algo así.
Estaba con Esteban y Andres cubriéndonos de la tormenta que cubría al pequeño pueblecito en el que vivíamos. Estábamos quietos, esperando a que escampara, ninguno había dicho ninguna palabra, simplemente mirábamos la lluvia caer. Yo miraba al otro lado de la calle, esperando ver a alguien corriendo, tratando de escapar de la tormenta interminable, pero no había nadie, de pronto un hombre, una sombra, aún no lo se describir, paso a toda prisa ante mi vista, intente ver quien había sido, pero no vi a nadie.
Cuando la tormenta se había calmado un poquito decidimos irnos para nuestras casas.
-Estoy seguro que vi algo, ustedes también lo vieron, estoy seguro, me están haciendo pasar un mal rato idiotas- Les decía a Esteban y Andres. Estaba muy asustado, no sabia porque, normalmente no era tan asustadizo, pero desde que había visto eso, sentía que nos seguían, ademas, tenia un mal presentimiento.
-Deja de ser Gallina Daniel, no hemos visto nada.- Me dijo Andres.
-¡Eres una niña de mierda!...- Me gritaba Esteban.
-¡Al carajo con ustedes! Siento que va a suceder algo, y no es bueno.- Dije irritado.
-Acá lo único que va a pasar es que si no movemos el culo rápido nos lo mojaremos.- Dijo Esteban acelerando el paso.
-Ese no es el caso de Daniel, el ya lo tiene bien mojado junto con sus pañales. Gallina. Jajajajajajaja- Dijo Andres.
No aguante mas y me fui disgustado lo mas rápido que pude a mi casa. Malditos engreídos, si que les iba a pesar.
Iba pasando por la casa de los Rodriguez, la mire y no había ninguna luz prendida, por lo general, Marta Rodriguez dejaba la luz de su habitación prendida. Ella nunca salia de su casa, era una señora muy enferma y andaba en silla de ruedas. El día en que las luces estuvieran apagadas significaba algo, a ella no le gustaba eso, me contaba cuando era pequeño y nos invitaba a mi y a mis amigos a leche con galletas.
Toque el timbre, pero no abría nadie, después vi que la puerta estaba abierta y entre sin hacer mucho ruido. La busque por toda la casa, pero no la vi. Cuando entre a la cocina a mirar si estaba, me acorde que en el cuarto que ultilizaba como alacena habia una puerta, vieja y desgastada, que de pequeño no me atrevía a abrir. La abrí, pero no se veía nada, estaba completamente oscuro, cogí mi celular y alumbre la habitación.
Pieles secas por todas partes, ojos saltones en varios frascos, paredes cubiertas de sangre, cabello colgando del techo y el piso cubierto de huesos; esto fue lo que me hizo vomitar, el olor era horrible, y mas atrás la señora Rodriguez tomando fluidos que no quisiera identificar, tal vez mi vomito le hubiera gustado.
-¡Que haces aquí! ¡Ya vaz a ver!- Se lanzo a mi y empezó a morderme una oreja hasta que empezó a sangrar, yo trataba de quitarmela de encima, pero de pronto un hombre le enterró una palanca o algo parecido por la espalda.
-Jajajajajajajaja!!! ¡Sueña con migo Rodriguez!- Dijo el hombre dándole una patada en la cabeza a La señora Rodriguez cuando callo de mi espalda. Me miro a los ojos y rápidamente trato de clavar la palanca en mi cabeza, pero tube tanta suerte que la logre esquivar. Ese hombre estaba loco, quería matar a todo el mundo. Salí corriendo de allí y el detrás de mi. Cogí un cuchillo de la cocina y se lo lanze, le di en un brazo, pero el ni se dio cuenta. Me dio con la palanca en un pie que me hizo caer, después, cojio una sartén y me dio en la cabeza con ella.
Desperté en una habitación oscura y olia horrible, peor que la alacena de Rodriguez, habían muchas personas, y todas me miraban con ¿Hambre? ¡No podía ser! Empecé a gritar desesperadamente, y ellos empezaron a morderme, unos partían mis extremidades como si fuera un pollo relleno y asado en un mesa, otros cortaban rebanadas de mi con cuchillos oxidados. Yo intente liberarme pero parecía estar clavado.
Y aquí estoy, esperando la muerte medio cociente. Apenas con un brazo, que ya es un hueso con poca carne y tendones, el corazón y el cerebro, que al parecer era guardado en recipientes, como había alcanzado a ver.
Andres G.
Me encanta esta historia, bastante grotesco por cierto... XD...
Esta historia se llama "Delicioso yo", fue escrita por Andres G. No dijo mas ni menos, tienes bastante talento.
Y hay me encontraba, tirado en el suelo, esperando a que la muerte se apiadara me mi y me llevara, nunca pensé estar en esa situación, es mas, creo que nadie sea capaz de creer que sea posible algo así.
Estaba con Esteban y Andres cubriéndonos de la tormenta que cubría al pequeño pueblecito en el que vivíamos. Estábamos quietos, esperando a que escampara, ninguno había dicho ninguna palabra, simplemente mirábamos la lluvia caer. Yo miraba al otro lado de la calle, esperando ver a alguien corriendo, tratando de escapar de la tormenta interminable, pero no había nadie, de pronto un hombre, una sombra, aún no lo se describir, paso a toda prisa ante mi vista, intente ver quien había sido, pero no vi a nadie.
Cuando la tormenta se había calmado un poquito decidimos irnos para nuestras casas.
-Estoy seguro que vi algo, ustedes también lo vieron, estoy seguro, me están haciendo pasar un mal rato idiotas- Les decía a Esteban y Andres. Estaba muy asustado, no sabia porque, normalmente no era tan asustadizo, pero desde que había visto eso, sentía que nos seguían, ademas, tenia un mal presentimiento.
-Deja de ser Gallina Daniel, no hemos visto nada.- Me dijo Andres.
-¡Eres una niña de mierda!...- Me gritaba Esteban.
-¡Al carajo con ustedes! Siento que va a suceder algo, y no es bueno.- Dije irritado.
-Acá lo único que va a pasar es que si no movemos el culo rápido nos lo mojaremos.- Dijo Esteban acelerando el paso.
-Ese no es el caso de Daniel, el ya lo tiene bien mojado junto con sus pañales. Gallina. Jajajajajajaja- Dijo Andres.
No aguante mas y me fui disgustado lo mas rápido que pude a mi casa. Malditos engreídos, si que les iba a pesar.
Iba pasando por la casa de los Rodriguez, la mire y no había ninguna luz prendida, por lo general, Marta Rodriguez dejaba la luz de su habitación prendida. Ella nunca salia de su casa, era una señora muy enferma y andaba en silla de ruedas. El día en que las luces estuvieran apagadas significaba algo, a ella no le gustaba eso, me contaba cuando era pequeño y nos invitaba a mi y a mis amigos a leche con galletas.
Toque el timbre, pero no abría nadie, después vi que la puerta estaba abierta y entre sin hacer mucho ruido. La busque por toda la casa, pero no la vi. Cuando entre a la cocina a mirar si estaba, me acorde que en el cuarto que ultilizaba como alacena habia una puerta, vieja y desgastada, que de pequeño no me atrevía a abrir. La abrí, pero no se veía nada, estaba completamente oscuro, cogí mi celular y alumbre la habitación.
Pieles secas por todas partes, ojos saltones en varios frascos, paredes cubiertas de sangre, cabello colgando del techo y el piso cubierto de huesos; esto fue lo que me hizo vomitar, el olor era horrible, y mas atrás la señora Rodriguez tomando fluidos que no quisiera identificar, tal vez mi vomito le hubiera gustado.
-¡Que haces aquí! ¡Ya vaz a ver!- Se lanzo a mi y empezó a morderme una oreja hasta que empezó a sangrar, yo trataba de quitarmela de encima, pero de pronto un hombre le enterró una palanca o algo parecido por la espalda.
-Jajajajajajajaja!!! ¡Sueña con migo Rodriguez!- Dijo el hombre dándole una patada en la cabeza a La señora Rodriguez cuando callo de mi espalda. Me miro a los ojos y rápidamente trato de clavar la palanca en mi cabeza, pero tube tanta suerte que la logre esquivar. Ese hombre estaba loco, quería matar a todo el mundo. Salí corriendo de allí y el detrás de mi. Cogí un cuchillo de la cocina y se lo lanze, le di en un brazo, pero el ni se dio cuenta. Me dio con la palanca en un pie que me hizo caer, después, cojio una sartén y me dio en la cabeza con ella.
Desperté en una habitación oscura y olia horrible, peor que la alacena de Rodriguez, habían muchas personas, y todas me miraban con ¿Hambre? ¡No podía ser! Empecé a gritar desesperadamente, y ellos empezaron a morderme, unos partían mis extremidades como si fuera un pollo relleno y asado en un mesa, otros cortaban rebanadas de mi con cuchillos oxidados. Yo intente liberarme pero parecía estar clavado.
Y aquí estoy, esperando la muerte medio cociente. Apenas con un brazo, que ya es un hueso con poca carne y tendones, el corazón y el cerebro, que al parecer era guardado en recipientes, como había alcanzado a ver.
Andres G.
domingo, 24 de octubre de 2010
IMPORTANTE: Halloween *v-v*
¡Hola!
Vemos que se acerca Halloween, para mí, es una de las mejores festividades del año. Las programaciones los fines de semana de pelis de miedo, los dulces, los disfraces, muchas cosas que hacen Halloween único.
Una de las cosas que más me gusta es escuchar, leer, ver, etc… historias de terror: ovnis, fantasmas, brujas, zombies. Por eso, me gustaría que ustedes, lectores, escriban sus propias historias y me las manden al correo que les daré a continuación, no tienen que ser muy largas. Pongan a volar su imaginación, saquen sus miedos mas terribles a flote y escríbanlos, imagínense que están en la peli de terror que mas les gusta. Ojala les guste mi idea.
El correo al que deben mandar su historia es:
obstaculos-oscuros@hotmail.com
No se olviden de agregarle el nombre del autor y si tienen blog, no duden en poner el URL.
Las historias serán publicadas durante el 24 al 31 de octubre.
Me despido por ahora, les deseo un Feliz Halloween y espero poder publicar sus historias.
Vemos que se acerca Halloween, para mí, es una de las mejores festividades del año. Las programaciones los fines de semana de pelis de miedo, los dulces, los disfraces, muchas cosas que hacen Halloween único.
Una de las cosas que más me gusta es escuchar, leer, ver, etc… historias de terror: ovnis, fantasmas, brujas, zombies. Por eso, me gustaría que ustedes, lectores, escriban sus propias historias y me las manden al correo que les daré a continuación, no tienen que ser muy largas. Pongan a volar su imaginación, saquen sus miedos mas terribles a flote y escríbanlos, imagínense que están en la peli de terror que mas les gusta. Ojala les guste mi idea.
El correo al que deben mandar su historia es:
obstaculos-oscuros@hotmail.com
No se olviden de agregarle el nombre del autor y si tienen blog, no duden en poner el URL.
Las historias serán publicadas durante el 24 al 31 de octubre.
Me despido por ahora, les deseo un Feliz Halloween y espero poder publicar sus historias.
jueves, 21 de octubre de 2010
EL DIARIO (CAPITULO XV)
Mientras mi cabeza daba vueltas, recorrí la estacia mirando cada estante y cada libro que me resultaba interesante. Chris tenia un buen gusto literario, en cuanto cojia un libro ya había otro que me llamaba la atención. Me pare junto al telescopio y vi en el estante que quedaba detrás de este, habían unos cuantos libros viejos que a diferencia de la gran mayoría de los libros que habían allí, no estaban marcados con su nombre. Coji uno y lo abrí, sus paginas estaban manchadas y desgastadas, unas cuantas polillas salieron de sus paginas volando asustadas. Estaba escrito a mano, con una letra menuda y sin ningún error, a no ser por unas pequeñas manchas de tinta negra, y al mirar el primer titulo, este llamo mi atención completamente.
CAPITULO I
LA VISITA DE LOS ANGELES:
Acaban de visitarme otra vez, trato de huir de ellos pero simplemente no puedo, es como si me siguieran a todos lados… Si siguen así la Guardia Espectral tarde o temprano se dará cuenta de donde estoy y donde esta mi pequeña hija…
Tras la muerte de Elodie todo se oscureció, siento la necesidad de estar con mi pequeñita, pero se que solo le hare daño a ella y a mis amigos…
Los Ángeles me dijeron que estarían con ella siempre, pero la Guardia Espectral los ha perseguido por siglos y dudo que su ayuda sirva de algo.
Pero igual creo que me iré con ellos, son muy buenos… bueno, algunos, pero me mantendré cubierto un tiempo…
Estoy en la nada, de hecho he perdido la noción del tiempo y ni siquiera estoy seguro de saber donde estoy… Escribo para no volverme completamente loco.
-Es el diario de mi bisabuelo- Dije susurrando para mi misma.
-Si, lo escondíamos de la Guardia Espectral, aunque se que no es el mejor lugar para esconder las respuestas que han buscado por años, pero igual ha dado resultado.- Dijo alguien de repente detrás de mi, hacia unos segundos estaba completamente segura de haber estado sola todo el tiempo. Voltee suavemente sin hacer ningún movimiento brusco, Ephrain me miraba recostado en el marco de la puerta.
-Me has asustado ¿Qué haces aquí?- Dije algo apenada, me había descubierto con las manos en la masa.
-Solo vine para decirte que Miguel se ha ido a alimentarse un poquito, lo has dejado sediento… Aunque ¿Tu ha quien no dejas sediento?- Dijo mirándome el cuello como cuando un tigre mira su presa.
-¡¿Qué estas diciendo?!- Dije a la defensiva.
-Hahaha… tranquila, nunca te haría nada, además ya estas marcada…- Miro nuevamente mi cuello –Solo que tu sangre es… mmm… inexplicable… Nunca había olido sangre como la tuya- Dijo con una sonrisa cálida, y yo, baje la defensiva de inmediato.
Eph se fue acercando hacia mi. La tensión volvió otra vez y quede petrificada.
-¿Me lo prestas?- Dijo extendiendo la mano hacia el diario. Yo salí de mi shock y se lo di silenciosamente. –Dime ¿Qué capitulo leías?-
-El primero- Dije con la voz ronca.
-“La visita de los Ángeles”… Tu bisabuelo fue muy amigo de ellos, de hecho, todos los somos, son tan… no se… Lo mas probable es que vayas a conocer a algunos, cuando estas con ellos se siente… la verdad no se decirte, son como magnéticos, pronto lo sabrás.- Dijo pasando rápidamente las paginas del diario.
-Wow… Ángeles, sinceramente no me asusta nada de esto ya… A sido tanto la ultima semana que creo que podría creer en animales parlanchines, pie grande, etc… ¿Conoceré ángeles, quienes?-
-No dudaría que existiesen, de hecho ayer agregue a Pie Grande a mi Facebook- Dijo serio y después rompió a reír. –Hahahahahaha… No, son solo mitos, aunque dicen que lo que imaginas nace de tus recuerdos. Y claro que conocerás ángeles, como ves, aquí todos somos una familia y bueno hemos convivido con ellos en el anonimato por siglos y siglos.- Dijo sonriéndome.
-Interesante, emmm… ¿Te puedo preguntar algo?- Dije.
-Si, claro, pregunta lo que quieras- Dijo poniendo los ojos como platos.
-Bueno, se que, pues, ustedes solo toman sangre… emm…¿Tienen algo mas humano para comer?- Dije algo apenada.
-Claro, estamos preparados siempre… Stefania aunque no es humana come comida humana, además, no eres la única humana que ha venido, bueno, si es que se te puede considerar humana ahora…- Se quedo pensativo unos segundos – Lo siento si el comentario fue fuera de lugar- Dijo al fin mirando hacia el piso.
-Tranquilo, de hecho lo estoy asimilando mejor de lo que pensaba.- Dije sonriéndole para que se tranquilizara.
-Que bien… Pero… ¿Estas segura que tu hambre es… humana?- Dijo.
-Bueno, eso creo… se me remueve el estomago… si no estoy mal, cuando es sed… me ardería la garganta ¿no? – Dije dubitativa.
-Estas aprendiendo- Dijo, nos dirijimos hacia la cocina.
Cuando baje, solo se encontraban Isabel, Stefania, y Dany, el resto se había ido a cazar. Stefania sabia cocinar muy bien, de hecho, cuando baje tenia la comida lista, una deliciosa Lasagna.
CAPITULO I
LA VISITA DE LOS ANGELES:
Acaban de visitarme otra vez, trato de huir de ellos pero simplemente no puedo, es como si me siguieran a todos lados… Si siguen así la Guardia Espectral tarde o temprano se dará cuenta de donde estoy y donde esta mi pequeña hija…
Tras la muerte de Elodie todo se oscureció, siento la necesidad de estar con mi pequeñita, pero se que solo le hare daño a ella y a mis amigos…
Los Ángeles me dijeron que estarían con ella siempre, pero la Guardia Espectral los ha perseguido por siglos y dudo que su ayuda sirva de algo.
Pero igual creo que me iré con ellos, son muy buenos… bueno, algunos, pero me mantendré cubierto un tiempo…
Estoy en la nada, de hecho he perdido la noción del tiempo y ni siquiera estoy seguro de saber donde estoy… Escribo para no volverme completamente loco.
-Es el diario de mi bisabuelo- Dije susurrando para mi misma.
-Si, lo escondíamos de la Guardia Espectral, aunque se que no es el mejor lugar para esconder las respuestas que han buscado por años, pero igual ha dado resultado.- Dijo alguien de repente detrás de mi, hacia unos segundos estaba completamente segura de haber estado sola todo el tiempo. Voltee suavemente sin hacer ningún movimiento brusco, Ephrain me miraba recostado en el marco de la puerta.
-Me has asustado ¿Qué haces aquí?- Dije algo apenada, me había descubierto con las manos en la masa.
-Solo vine para decirte que Miguel se ha ido a alimentarse un poquito, lo has dejado sediento… Aunque ¿Tu ha quien no dejas sediento?- Dijo mirándome el cuello como cuando un tigre mira su presa.
-¡¿Qué estas diciendo?!- Dije a la defensiva.
-Hahaha… tranquila, nunca te haría nada, además ya estas marcada…- Miro nuevamente mi cuello –Solo que tu sangre es… mmm… inexplicable… Nunca había olido sangre como la tuya- Dijo con una sonrisa cálida, y yo, baje la defensiva de inmediato.
Eph se fue acercando hacia mi. La tensión volvió otra vez y quede petrificada.
-¿Me lo prestas?- Dijo extendiendo la mano hacia el diario. Yo salí de mi shock y se lo di silenciosamente. –Dime ¿Qué capitulo leías?-
-El primero- Dije con la voz ronca.
-“La visita de los Ángeles”… Tu bisabuelo fue muy amigo de ellos, de hecho, todos los somos, son tan… no se… Lo mas probable es que vayas a conocer a algunos, cuando estas con ellos se siente… la verdad no se decirte, son como magnéticos, pronto lo sabrás.- Dijo pasando rápidamente las paginas del diario.
-Wow… Ángeles, sinceramente no me asusta nada de esto ya… A sido tanto la ultima semana que creo que podría creer en animales parlanchines, pie grande, etc… ¿Conoceré ángeles, quienes?-
-No dudaría que existiesen, de hecho ayer agregue a Pie Grande a mi Facebook- Dijo serio y después rompió a reír. –Hahahahahaha… No, son solo mitos, aunque dicen que lo que imaginas nace de tus recuerdos. Y claro que conocerás ángeles, como ves, aquí todos somos una familia y bueno hemos convivido con ellos en el anonimato por siglos y siglos.- Dijo sonriéndome.
-Interesante, emmm… ¿Te puedo preguntar algo?- Dije.
-Si, claro, pregunta lo que quieras- Dijo poniendo los ojos como platos.
-Bueno, se que, pues, ustedes solo toman sangre… emm…¿Tienen algo mas humano para comer?- Dije algo apenada.
-Claro, estamos preparados siempre… Stefania aunque no es humana come comida humana, además, no eres la única humana que ha venido, bueno, si es que se te puede considerar humana ahora…- Se quedo pensativo unos segundos – Lo siento si el comentario fue fuera de lugar- Dijo al fin mirando hacia el piso.
-Tranquilo, de hecho lo estoy asimilando mejor de lo que pensaba.- Dije sonriéndole para que se tranquilizara.
-Que bien… Pero… ¿Estas segura que tu hambre es… humana?- Dijo.
-Bueno, eso creo… se me remueve el estomago… si no estoy mal, cuando es sed… me ardería la garganta ¿no? – Dije dubitativa.
-Estas aprendiendo- Dijo, nos dirijimos hacia la cocina.
Cuando baje, solo se encontraban Isabel, Stefania, y Dany, el resto se había ido a cazar. Stefania sabia cocinar muy bien, de hecho, cuando baje tenia la comida lista, una deliciosa Lasagna.
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