Nos quedamos parados en la puerta esperando a que notaran nuestra presencia. Mientras tanto yo contaba las personas en la sala, eran 17 y 10 de ellos ya los conocía; Alejandro, Paula, David, Dany, Stefania, Eph, Chris, Isabel, Sebastian y Laura. Los demás no los conocía, cuatro de los desconocidos estaban uniformados, con una gran capa roja y un broche que pendía de ella, era de una piedra negra q no pude identificar y en la piedra estaban grabadas las letras GE, no sabía que significaba.
De repente Alejandro nos estaba mirando y sonriéndonos.
-Por fin llegan, los estábamos esperando. - Dijo esbozando una sonrisa.
-Hola Alejandro ¿Han llegado tan rápido?- Dijo Miguel tenso.
-Si, querían conocer a Sara y atrasaron sus planes para poder volver antes y conocerla.- Dijo Alejandro muy animado. De pronto, una mujer un poco menor que Alejandro se acerco a el, me miro asombrada y dijo.
-Oh! Debes de ser Sara, es un placer conocerte. No sabes cuánto he esperado este encuentro, te conocí cuando apenas tenias meses de nacida.- Dijo.
-Creo que ha llegado la hora del encuentro, también es un gusto conocerte. ¿Y tu nombre es…?- Dije tratando de parecer educada, para poder bajar la tensión que emanaba Miguel.
-Mallory, me puedes llamar Mary si gustas.- Dijo esbozando una suave y tranquila sonrisa que hacia juego con su cabello rubio y trenzado, sus ojos negros transmitían sinceridad y confianza, era realmente hermosa.
-Esta bien, Mary- Dije devolviéndole la sonrisa.
-Chicos deberían entrar, no veo la razón por la que estén parados hay en la puerta, como si no fuera su casa. Entren.- Dijo Alejandro.
-Tienes razón, vamos Sara- Dijo Miguel que no había dicho palabra hasta el momento y me tomo de la mano tiernamente para dirigirnos al sillón.
Cuando nos sentamos todos nos saludaron y se sentaron. Dany, que hasta el momento no había tenido mucha comunicación con migo se sentó a mi lado y se recostó en mi hombro. De verdad me agradaba ella, era bastante dulce.
Cuando todos no hallábamos ubicados, los cuatro desconocidos de capa se dirigieron a Alejandro y a Mary.
-Ya cumplimos con nuestro deber, llamadnos cuando piensen volver, informaremos a el rey Luther que llegaran.- Dijo uno de los encapuchados.
-Dadle saludos de mi parte al rey Luther y decidle que no tardaremos en volver, que el trabajo todavía no esta listo.- Dijo Mary.
Los encapuchados salieron coordinadamente de la casa, me daban escalofríos. ¿Quién era el rey Luther? ¿Qué significaban las letras en los broches de los encapuchados?
Cuando todos nos percatamos de que iban bastante lejos empezamos a hablar.
-Son bastante chistosos, son como robots con colmillos.- Dijo Sebastian riéndose.
-Bueno, cálmense, hoy estamos aquí para hablar con Sara, no para burlarnos de los Guardias Espectrales- Dijo hombre desconocido que parecía tener unos 35 años o un poco mas. Era alto, musculoso y su rostro tenia rastros árabes, sus ojos eran oscuros y grandes, era muy hermoso; su cabello era castaño oscuro y corto. Se me acerco y me abrazo. –Es un placer conocerte querida, mi nombre es Keled-
-Es un gusto.- Dije. De pronto detrás de el vi una pequeña niñita, debía de tener 10 o 9 años, tenia el cabello de un extraño color rojizo y un rostro perfecto, sus ojos eran color miel.
-¡Hola! Mi nombre es Nixie… Me encanta tu cabello… Eres linda…- Era bastante simpatica, mientras hablaba jugaba con un mechón de mi cabello.
-Bueno, ya que os conocéis, ¿Podríamos empezar?- interrumpió Eph.
-Me imagino que ya te habrán contado sobre tu bisabuela- Dijo Keled.
-Mmm… un poco, solo que era muy parecida a mi, en cuanto a lo físico.- dije poniendo énfasis en la parte física, recordaba que miguel me había dicho que en cuanto a la personalidad era bastante parecida a Isabel.
¬-¡Parecida?! Pero si eres igual- Dijo Stefania.
-Bueno, en fin. Resulta que tu bisabuela se enamoro de nada mas y nada menos que de un vampiro- Dijo Laura, sin rodeos, para llegar al meollo del asunto de una buena vez.
-El era muy amigo nuestro, vivió gran parte de su inmortalidad con nosotros, era como de la familia. Cuando tu bisabuela, Elodie se enamoro de Evan, nuestro gran amigo; las leyes de los vampiros eran regiidas por estrictos reyes, que solo buscaban su propio bien en ellas.
Elodie y Evan tenían una conexión bastante fuerte, eran imposibles de separar, Elodie tu bisabuela, no sabia nada sobre la naturaleza de Evan, pero tarde o temprano se dio cuenta, pero aún asi, no le importo.
Para ese entonces ningún humano sabia nuestro secreto, y si alguno tenia la desgracia de descubrirlo terminaba muerto, porque La Guardia Espectral era bastante exigente y tenia espías en todas partes que informaban al rey si algún humano se daba cuenta de nuestra existencia.
Elodie empezó a enfermarse, ella estaba viviendo con nosotros escondida, ya que Evan se negaba a separarse de ella. Con el tiempo nos dimos cuenta de que no era una simple enfermedad, Elodie estaba embarazada. A pesar de que el feto fuera hibrido (De dos especies diferentes) su embarazo fue bastante normal; pero al momento del parto, tu bisabuela murió. Tu abuela, fue enviada a casa de tu tatarabuela, la madre de tu bisabuela. Al poco tiempo la Guardia Espectral se dio cuenta de lo que había ocurrido y dio caza la bebe de Evan, tu abuela. Después de buscarla mucho tiempo creyeron que tu abuela ya estaba muerta y le dieron caza a Evan, por revelar nuestro secreto. Cuando ya estaba muerto se dieron cuenta de que Evan era una especie diferente de vampiro, uno totalmente puro, ósea que no había sido mordido para convertirse, era hijo de padres vampiros igualmente puros, descendiente de los primeros vampiros en la tierra. Eso significaba que el gen vampiro se iba a extender por la raza humana por medio de tu bisabuela, que cada tres generaciones iba a despertar el gen vampiro, en este caso, te toco a ti.- Yo estaba petrificada oyendo la historia que Alejandro contaba ¿Cómo podría ser eso posible?
-Y como eres descendiente de un puro, una de los pocos que quedan en el mundo, todos desean darte caza, poque los descendientes de vampiros puros son deseados para ganar poder en la realeza, tu cabeza vale mas que millones de vidas para aquellos casafortunas.- Dijo Ephrain.
-Emm… bueno, no se que decir, ¿pero que tienen de especial los vampiros descendientes de puros?- Dije saliendo del trance.
-Tienes mayor fuerza que nadie, nadie te puede ganar en una batalla. Puedes reclamar tu puesto en la Guardia Espectral cuando plazcas. Los de la guardia espectral son los vampiros encapuchados de hace un rato.- Dijo Isabel, la cual me sorprendió, no pensaba que ella estuviera muy interesada en mi.
Ahora si que estaba confundida ¿Desde cuando me había vuelto importante? Que yo supiera, hasta el momento siempre había sido un punto invisible.